Productores venezolanos proponen plan para reimpulsar el cultivo de la papa

Productores venezolanos proponen plan para reimpulsar el cultivo de la papa
Mayo 29, 2017

Un Plan de Reimpulso Productivo para estimular el cultivo de la papa en el ciclo norte-verano 2017, propuso la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas de Venezuela al Ministerio de Agricultura y Tierra. La propuesta consiste en que Agropatria importe directamente de Canadá 4.000 toneladas de semilla Granola (usada en Los Andes para sembrar papas para el consumo), 3.000 toneladas (tn) de la variedad Kennebec, utilizada en Lara, y 2.000 tn de semilla Atlantic, destinada al uso industrial, para un total de 9.000 tn, equivalente a 420.000 sacos de 25 kg.

Según informó Aldemaro Ortega, presidente de la Federación, la inciativa busca la necesaria reactivación de un sector, que considera, a todas luces, deprimido, aseveró.

“Estamos haciendo la propuesta temprano porque la fecha de la llegada a Venezuela de estos insumos debe ser entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre. Estas 9.000 toneladas cubrirán la siembra de 4.000 hectáreas entre Carabobo, Lara, Aragua, Mérida, Táchira y Trujillo. Ello permitirá el cultivo de 80 millones de kilos de papa para el consumo, y obtener unos 20 millones de kilos para la producción de semilla artesanal fiscalizada”, plantea la iniciativa.

Esta cantidad de semillas nos permitirá producir por espacio de 3 años sin depender de la importación, esto se enmarca en los objetivos que se persiguen, sostuvo el productor.

Informó además que se eligió este momento para elevar la propuesta porque desde el primero de mayo se inició la siembra de la semilla en Canadá, y es necesario solicitar la reserva de las variedades y cantidades que requerirán los productores nacionales.

En el documento presentado por Ortega ante el despacho oficial, se estima el costo de la compra de la semilla en ocho millones doscientos ochenta mil dólares, a tasa cambiaria Dipro de Bs 10, más los gastos administrativos y de nacionalización que se calculan en 30%.

“Estamos llamando la atención porque en el ciclo norte-verano 2016-2017 e invierno 2017, nos quedamos sin sembrar nuestro principal cultivo por falta de semilla, en muchas partes se ha proseguido el cultivo con el uso reciclado del insumo hasta por 7 vueltas (veces) porque las Kennebec, las granola y atlantic, tienen alto rendimiento, pero ya no dan más”.

El proyecto plantea el trabajo conjunto de los productores con ingenieros del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai), y de Agropatria, a fin de que en equipo se inspeccione la semilla de origen, y aprueben los lotes del insumo según el protocolo suscrito entre Canadá y Venezuela, que por cierto tiene ya 71 años de vigencia, indicó Ortega.

“Por lo dilatado de estos acuerdos binacionales, es que en Canadá nos reservan las semillas y abren un comp'ás de espera para la ejecución de los pagos. La semilla Granola, por ejemplo, es muy codiciada en otras latitudes como Rusia, por ejemplo, pero ellos prefieren esperar por nosotros, ya que somos antiguos clientes. Es importante que el Estado de un paso adelante y retome el rol importador”, afirmó.

Adelantó que, por los momentos, se ordenó el reinició de las inspecciones por las diferentes unidades de producción, para cotejar su número, condiciones y validar los requerimientos

Sólo en 6.000 de las 17.000 hectáreas de las que dispone el país en Lara, Carabobo, Aragua, Táchira, Mérida y Trujillo, para el cultivo de papa, se está produciendo el rubro, de acuerdo a cifras aportadas por la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas, lo que determina que actualmente de las 700.000 toneladas al año en que se ubica el consumo nacional del tubérculo, solo se estén generando 108.000, dijo.

La situación, para los productores, estaría impulsando la desaparición paulatina del cultivo de la dieta nacional, según dicen, de hecho el precio del producto en mercados populares de la capital excede los Bs 2.000, de hecho puede conseguirse una gama de ofertas entre este monto y los 3.000 bolívares, costos que los compradores se confiesan no capacitados para pagar por el rubro.

Explicó Ortega que la dolarización del cultivo es otra realidad que enfrentan. “El saco de semilla de 25 kilos, se pagó en enero de 2016 en Bs 1.700, y este año se le pagó a Pepsico en 30.000 bolívares la mochila. El saco de abono subió el doble, de Bs 2.262 en 2016 a 5.800 bolívares este año. Los 3 regadores que trabajan las 12 semanas que dura el proceso, pasaron de cobrar Bs 150.000 a 500.000

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