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En Venezuela, la producción de papa pierde terreno en por lo menos tres estados debido a disrupciones en la cadena de suministro de la semilla.

Autorización para importar semillas certificadas; garantías para el abastecimiento de diésel, gasolina; luchar contra el contrabando de Colombia y además, solicitar una reunión con Nicolás Maduro.

Más de 13 asociaciones y federaciones en Venezuela alzaron su voz de protesta para denunciar que el cultivo de papas en el país está a punto de desaparecer por falta de semillas certificadas de alta de calidad que se dejaron de importar.

En Venezuela, la cantidad de semillas de papas de primera calidad y certificadas que existen alcanzan para atender al 1 porciento de los productores del país, situación que deja al sector primario al borde de la quiebra y eleva el riesgo de una emergencia humanitaria compleja.

Camiones tras camiones, cargados de papa, cruzan la frontera colombo-venezolana para surtir el mercado nacional, ya que la producción de ese tubérculo en Venezuela bajó considerablemente.

El presidente de la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas (Fenaphort) solicitó a las autoridades que se abran las exportaciones de papas y hortalizas hacia los mercados del Caribe.

La situación para los productores estaría impulsando la desaparición del cultivo de la dieta nacional. De 17.000 hectáreas habilitadas para cultivar papa, sólo 6.000 están sembradas.

Un Plan de Reimpulso Productivo para estimular el cultivo de la papa en el ciclo norte-verano 2017, propuso la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas de Venezuela al Ministerio de Agricultura y Tierra.

El estado Trujillo, en la región andina del país, cuenta ya con el Centro de Almacenamiento y Conservación de Papa Luna Fría, ubicado en el municipio de Urdaneta.

Los altos costos para producir siguen marcando la pauta en la cantidad de hectáreas a cultivar, lo que sin duda merma la capacidad de siembra en rubros agrícolas como la papa.

Científicos del Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA) rescataron la semilla de la papa autóctona del estado venezolano de Mérida, evitando su desaparición.

La falta de semillas, agroinsumos, fertilizantes, herbicidas, equipos y repuestos son la razón por la cual las hectáreas de siembra han venido disminuyendo, por lo que al cierre de 2016 se habrá sembrado entre 60 % y 65 % del total de hectáreas de papa y hortalizas.

Cierto halo de misterio se entreteje en la compra e importación de semillas de papa para la siembra en los campos venezolanos.

El Ministerio de Agricultura y Tierras aprobó la solicitud hecha por las asociaciones de productores de papa, en donde ellos aportaran el capital para llevar adelante la importación. Mientras el Gobierno a través de sus instituciones se convierte en el operador logístico.

Debido a la venta ilegal de alimentos que afecta al país, los bachaqueros (personas que compran y revenden productos) tienen ahora como blanco a productores y comerciantes que desde el campo trasladan alimentos a las ciudades, y ahora son atacados en las autopistas para quitarles la comida.

Para garantizar el abastecimiento de este importante rubro agrícola, la Federación Nacional de Productores de Papa y Hortalizas (Fenaphort) entregará un documento a Agropatria y a los ministerios con competencia alimentaria para pedir autorización e importar las semillas.

Hace cinco meses la noticia de que la NASA estudia sembrar papas en Marte sorprendía al mundo. Pero lo que no se dijo en esa ocasión es que uno de los científicos que forma parte del equipo que trabaja en ese proyecto, Juan Carlos Chávez, es un diseñador industrial venezolano, que emigró a tierras peruanas hace casi dos años.

La producción de papa cayó en un 51 % en el año 2015, ante las dificultades que presentaron los productores para la adquisición de semillas y otros insumos, según las cifras presentadas por la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios Fedeagro.