España: El buen precio y la alta demanda de patatas aceleran la cosecha
La mayor demanda de patata que en años pasados ha acelerado su cosecha en Salamanca aunque dentro de los límites que marca el propio desarrollo del cultivo, que impedirá a la mayoría de agricultores de la provincia sacarlas antes de mediados de agosto.
Aquellos con el cultivo más avanzado sí han acelerado la cosecha para aprovechar los buenos precios actuales, que para el agricultor en patata de consumo está en torno a los 30 céntimos el kilo y, en el caso de aquella destinada al lavado, de los 40.
La diferencia con otros años y que hace que los almacenistas insten a los productores a cosechar cuanto antes está en la falta de la competencia habitual de otras zonas de España: si en años pasados aún había patata procedente sobre todo de Cartagena (Murcia), ahora ya apenas quedan patatas con ese origen.
Y lo mismo ocurre con Antequera (Málaga), zona productora que este año ha visto mermada su producción.
A esto se une que ahora mismo aún no ha empezado la cosecha en Galicia -que no es competencia para de Salamanca en mercados nacionales pero sí impide que llegue a esa comunidad producción salmantina- y tampoco ha llegado la habitual procedente de Francia, aunque suele ser agosto el mes de su entra.
Este año y a raíz de la guerra en Ucrania los operadores desconocen si España será país de destino elegido por los franceses o si, sin embargo, lo serán países de centro Europa.
Si hay demanda en ellos, existe el convencimiento de que los franceses optarán por no exportar a España, que suele ser su último recurso.
Ucrania es el tercer productor mundial de patatas, pero por su alto consumo también importa patata sobre todo de Polonia. De momento no hay demanda de patata salmantina desde Portugal, aunque es pronto.
Con la incertidumbre de esta campaña están los agricultores, y nerviosos aquellos que aún no pueden cosechar y esperaban poder hacerlo porque la ola de calor ha ralentizado el desarrollo del cultivo. De hecho algunos intentaron comenzar esta semana y tuvieron que desistir por lo delicado de sacar la patata aún tierna.
Otro de los efectos de las altas temperaturas ha sido el de reducción de la producción esperada. Los agricultores confiaban en una buena cosecha y, sin embargo, va a ser menor. También el tamaño de la patata, aunque también va en función de las variedades porque algunas aguantan mejor el calor.
En Salamanca este año, y según el avance de superficies de la Junta, se han sembrado 3.880 hectáreas -fueron 3.913 en 2021- de las que 1.430 son de media estación y 2.450, tardías. De las primeras, la Junta avanza una producción de 68.640 toneladas, 48 toneladas por hectárea.
En Castilla y León se han sembrado 16.664 y Valladolid es la principal provincia productora, con 4.462. Hay menos siembra que la campaña pasada: entonces hubo unas 1.000 hectáreas más en la Comunidad, en concreto, 17.319.
Aquellos con el cultivo más avanzado sí han acelerado la cosecha para aprovechar los buenos precios actuales, que para el agricultor en patata de consumo está en torno a los 30 céntimos el kilo y, en el caso de aquella destinada al lavado, de los 40.
La diferencia con otros años y que hace que los almacenistas insten a los productores a cosechar cuanto antes está en la falta de la competencia habitual de otras zonas de España: si en años pasados aún había patata procedente sobre todo de Cartagena (Murcia), ahora ya apenas quedan patatas con ese origen.
Y lo mismo ocurre con Antequera (Málaga), zona productora que este año ha visto mermada su producción.
A esto se une que ahora mismo aún no ha empezado la cosecha en Galicia -que no es competencia para de Salamanca en mercados nacionales pero sí impide que llegue a esa comunidad producción salmantina- y tampoco ha llegado la habitual procedente de Francia, aunque suele ser agosto el mes de su entra.
Este año y a raíz de la guerra en Ucrania los operadores desconocen si España será país de destino elegido por los franceses o si, sin embargo, lo serán países de centro Europa.
Si hay demanda en ellos, existe el convencimiento de que los franceses optarán por no exportar a España, que suele ser su último recurso.
Ucrania es el tercer productor mundial de patatas, pero por su alto consumo también importa patata sobre todo de Polonia. De momento no hay demanda de patata salmantina desde Portugal, aunque es pronto.
Con la incertidumbre de esta campaña están los agricultores, y nerviosos aquellos que aún no pueden cosechar y esperaban poder hacerlo porque la ola de calor ha ralentizado el desarrollo del cultivo. De hecho algunos intentaron comenzar esta semana y tuvieron que desistir por lo delicado de sacar la patata aún tierna.
Otro de los efectos de las altas temperaturas ha sido el de reducción de la producción esperada. Los agricultores confiaban en una buena cosecha y, sin embargo, va a ser menor. También el tamaño de la patata, aunque también va en función de las variedades porque algunas aguantan mejor el calor.
En Salamanca este año, y según el avance de superficies de la Junta, se han sembrado 3.880 hectáreas -fueron 3.913 en 2021- de las que 1.430 son de media estación y 2.450, tardías. De las primeras, la Junta avanza una producción de 68.640 toneladas, 48 toneladas por hectárea.
En Castilla y León se han sembrado 16.664 y Valladolid es la principal provincia productora, con 4.462. Hay menos siembra que la campaña pasada: entonces hubo unas 1.000 hectáreas más en la Comunidad, en concreto, 17.319.
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