Durante el pasado verano, INTIA, sociedad pública adscrita al Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, integrada en la Corporación Pública Empresarial de Navarra (CPEN), en España. organizó dos jornadas para presentar tanto los resultados económicos como los posibles problemas patológicos del cultivo de patata de siembra ecológica basados en la experimentación llevada a cabo por dicha sociedad pública en su finca de Remendía / Erremendia.
Fue en 2010 cuando se introdujo definitivamente el cultivo de la patata ecológica en las rotaciones de esta finca experimental. Desde entonces, INTIA está desarrollando experiencias y ensayos para demostrar que en esta zona es rentable cultivar patata ecológica y obtener un material vegetal diferenciado.
Reglamento y certificación
En la primera jornada, celebrada el 23 de agosto, se presentó el contenido del actual reglamento técnico de control y certificación de la patata de siembra, de 2016, así como las implicaciones que conlleva, su importancia para la consecución de tubérculos de siembra certificados y de calidad, y el grado de responsabilidad que cada agente implicado en el proceso (profesionales de la agricultura, entidades certificadoras y entidades de control oficial) tiene sobre cada una de ellas.
Destacan, por ejemplo, la identificación y seguimiento de las parcelas, los análisis de pre control y post control o las selecciones obligatorias en campo. En este aspecto se hizo especial hincapié en la jornada desarrollando una parte práctica dirigida por los especialistas de INTIA en enfermedades y plagas, Jesús Zúñiga y Ricardo Biurrun. Se resolvieron dudas en campo sobre los problemas presentes y sobre las cuestiones objeto de la selección.
Además, los técnicos de INTIA indicaron la dinámica de trabajo a seguir con las herramientas disponibles hoy en día, trampas y productos autorizados en agricultura ecológica. Señalaron que otro de los aspectos clave para obtener material vegetativo de calidad es la rotación del cultivo, que el reglamento fija en un mínimo de tres años. De esta forma, en producción ecológica, cada hectárea de cultivo anual de patata implica otras 3 o 4 hectáreas inscritas y gestionadas en ecológico para mantener la superficie a cultivar. Destacaron que la clave para el éxito del cultivo en ecológico reside en la observación, efectuar un seguimiento que permita anticiparse a posibles problemas y realizar una buena gestión.
Resultados en campo
En la segunda jornada, organizada el 7 de septiembre, el técnico de INTIA José Luis Sáez, responsable de la experimentación del cultivo en la finca de Remendía/Erremendia, explicó los resultados observados durante la campaña 2018 y repasó las condiciones de suelo y clima que hacen de esta zona un lugar adecuado para la producción de patata de siembra.
Detalló las estrategias implementadas para el control de enfermedades tan endémicas en esta zona como el mildiu, confirmando que la reducción de las aplicaciones de cobre para este hongo ha funcionado y en un año como el actual. El grupo de asistentes tuvo especial interés en los resultados económicos obtenidos en estos últimos años.
Alexia Zabalza, técnica de INTIA, habló sobre la nueva entidad certificadora Navarra, APPINA e hizo un repaso de los resultados obtenidos en un trabajo realizado junto con la UPNA, en el marco de un trabajo de fin de máster de ingeniería agronómica, en torno a la producción de patata en el Pirineo navarro.
En concreto, se realizó un análisis del mercado, acompañado de una encuesta a personas consumidoras. Buscaba determinar el grado de conocimiento y percepción que la sociedad navarra tiene sobre el producto y las posibilidades de diferenciación y estrategias de futuro que se identifican (entre las que destaca la producción ecológica) dada la potencialidad de un cultivo que ha tenido un papel fundamental a nivel económico, social y de mantenimiento del medio rural en los valles del Pirineo navarro. Es de destacar que, a pesar de las dinámicas de los últimos años, el cultivo de la patata de siembra sigue constituyendo una actividad interesante aunque complementaria.
Siguiendo con el programa de la jornada, Rafa Yanguas, técnico de la empresa Agrichem (colaboradora en la realización de ensayos con INTIA), explicó los dos ensayos presentes por segundo año consecutivo en la finca: a) utilización del producto Naturalis L, a base del hongo Beauveria Bassiana, en diferentes dosis para el control biológico del gusano del alambre (Agriotes spp.). b) Utilización de gluconato de cobre, del producto Cerevisane (a base de levadura de cerveza, saccharomyces cerevisiae) y de un preparado de Equisetum, para el control del mildiu (o tizón tardío).
