España: protestas contra el gobierno mientras cae la producción

Spain: protests against the Government while production falls

Cientos de agricultores bloquean vías con sus tractores, en protesta por las presiones de precios, los impuestos y la regulación medioambiental de la UE, quejas compartidas por los trabajadores del campo de toda Europa. En Barcelona, España, el 7 de febrero de 2024. (Cortesía: Reuters)

Febrero 21, 2024

España se encuentra sumida en una tormenta de manifestaciones por parte del sector productivo que protesta contra las importaciones, los costos, la agenda verde y la excesiva burocracia que restringe todo ámbito de negociación.

Los productores de patatas son parte de las manifestaciones y parte afectadas por la debacle de la producción nacional que ha visto una reducción en su área de siembra de casi 20% en la ultima década.

Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, han convocado una gran protesta en Madrid el 26 de febrero, coincidiendo con la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea 

El campo español se ha sumado a las protestas de los agricultores y ganaderos europeos, insatisfechos por los crecientes costes, las menguadas cosechas y una burocracia que sienten lejana y asfixiante.

En Bruselas, la Comisión Europea ha aflojado ya el dogal de la política ambiental, relajando su calendario de aplicación. Mientras que en España, el Gobierno trata de aplacar la ira de los hombres del campo, en visperas de un cónclave ministerial europeo. 

Los agricultores españoles han ocupado el espacio público exigiendo cambios estructurales en las políticas agrícolas y mejores condiciones para su sector.

Las principales demandas incluyen la búsqueda de precios justos, un mayor control sobre las importaciones de alimentos de fuera de la Unión Europea (UE), la reducción de la burocracia y el cumplimiento estricto de la Ley de la Cadena Alimentaria. 

En cuanto a los precios, los agricultores argumentan que los precios actuales no reflejan los crecientes costos de producción y la competencia global. La energía y los productos que necesitan han encarecido la producción agrícola, y los agricultores buscan una compensación adecuada por sus esfuerzos. 

Además, los agricultores y ganaderos deploran la competencia de los productos agrícolas importados de países con costos más bajos. 

Por ello reclaman un mayor control sobre las importaciones para garantizar condiciones equitativas y evitar una presión a la baja en los precios locales. En este sentido se han manifestado en contra de los acuerdos de libre comercio con el Mercosur. 

Finalmente, los agricultores se sienten atrapados en el papeleo burocrático, que dificulta su trabajo y afectan a la rentabilidad. Buscan simplificar los procesos administrativos para mejorar la eficiencia en la producción y distribución de alimentos. 

Nuevas movilizaciones el 26 de febrero 

Las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA continúan liderando manifestaciones a lo largo de España, congregando a miles de agricultores y ganaderos. 

Después del 'supermiércoles' en que estas organizaciones convocaron protestas en más de una docena de provincias españolas en Andalucia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid y Aragón, estas organizaciones anunciaron su intención de llevar las protestas a Madrid el próximo 26 de febrero, coincidiendo con la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE). 

Los agricultores y ganaderos consideran que los ministros de Agricultura deben actuar con urgencia y aprobar reformas en materia de cadena alimentaria, de acuerdos comerciales con terceros países, de simplificación burocrática y de flexibilización de la Política Agrícola Común (PAC), entre otros muchos temas. 

Cae la producción de patata española 

El cultivo de tubérculos para consumo humano, como la patata, juega un papel fundamental en la agricultura española. La superficie dedicada a este cultivo es de 65.404 hectáreas, siendo cultivada mayoritariamente en regadío (76,2%), aunque también destacan las plantaciones en secano (23,8%). Castilla y León (18.406 hectáreas), Galicia (16.003 ha) y Andalucía (9.859 ha) son las zonas con mayor superficie. 

En la última década de datos disponibles (2011-2020), esta ha experimentado un descenso del 18,7% (-14.461 ha), con una bajada del 27,8% de los cultivos de secano (5.986 ha menos de superficie) y del 14,5% de regadío (8.475 ha menos de superficie). 

Las condiciones climáticas de España permiten disponer de patata nacional durante prácticamente todo el año. 

A pesar de recientes bajadas de producción, sigue siendo un cultivo relevante y versátil en la agricultura nacional, con una producción superior a los 2 millones de toneladas valorada en EUR 523 millones (USD 565 millones).

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