Con una producción superior al millón de quintales cerrarán el ciclo productivo de papa los agricultores hondureños, informó Juan José Rivas, representante de este segmento agrícola a nivel nacional.
'Este ha sido un buen año; el clima nos ha ayudado. Estimamos registrar al cierre de 2017 una producción que oscile entre los 900,000 y un millón de quintales', manifestó Rivas.
Agregó que con este volumen lograrán atender en un 100% la demanda del mercado nacional; por lo que se prepararán, para en un futuro, poder exportar los excedentes al mercado centroamericano.
'Tenemos la capacidad de exportar, esto si mejoramos los rendimientos por manzana de 300 a 500 quintales. Es por eso que necesitamos apoyo del Gobierno con financiamiento a largo plazo para poder actualizar las prácticas de producción y adquirir sistemas de riego que ayuden a dinamizar el sector', manifestó Rivas.
Destacó la oportunidad de mercado que representa El Salvador, donde la demanda de papa es alta, 'por lo que deben importar mucho'.
Siembra. El 75% del área sembrada con este tubérculo a nivel nacional, que son aproximadamente unas 4,000 manzanas, se concentran en las zonas altas de Intibucá; el otro, 25%, en Ocotepeque.
'En Francisco Morazán hay algunos lugares donde tenemos producción pero en volúmenes muy pequeños', explicó el productor.
Añadió que este cultivo da alrededor de 35,000 puestos de trabajo entre directos e indirectos en las zonas productivas. En cuanto al precio del producto aclaró que varía entre 6 y 8 lempiras la libra.
Impacto por lluvias. Antonio Velásquez, productor de papa de la Esperanza, Intibucá, dijo que hace un mes cayó en la zona una tormenta de granizo, lo que afectó los cultivos de más de 100,000 familias productoras.
Pánfilo Domínguez calcula que las pérdidas por esta causa suman de seis a ocho millones de lempiras. 'Yo perdí todo por la lluvia de granizo', lamentó.
