Marcelo Diez, de Green Chips, anticipa que prueban snacks con hortalizas y frutas.
Argentina: Elaboran snacks de papa con tecnología de horneado
De un lado, la picada; y del otro lado, la salud. Eso fue lo que se encontraron los socios de Sabores Saludables SA cuando hicieron su investigación de mercado para indagar sobre las posibilidades de hacer snacks de papas y batatas. Un concepto que, claro, remite al de la papa frita.
Pero ellos querían que fueran, además de ricos, saludables, y eso es lo que lograron con su marca Green Chips. Se elaboran con una tecnología de horneado que no incluye fritura, lo que permite mantener las propiedades del vegetal mientras éste pierde su humedad.
“Primero lavamos la materia prima, sin quitarle la cáscara porque ésta contiene nutrientes, proteínas y fibras”, explica Marcelo Diez, uno de los socios. “Luego las rebanamos, enjuagamos y horneamos. Una vez cocidas, se les agrega sólo 5% de aceite alto oleico -igual que se condimenta una ensalada-, para que se les adhiera la sal. Finalmente, las embalamos.” Al no haber fritura, un snack de papa de Green Chips “tiene 7 veces menos grasas y sólo 146 kilocalorías por cada envase de 40 gramos”, asegura Diez. El de batata tiene 6 veces menos grasa.
“Tercerizamos el desarrollo del producto con gente que entiende de alimentos, porque no teníamos la experiencia de llevarlo del laboratorio a escala industrial”, indica Diez. Pero la firma tiene su propia planta, de 300 metros cuadrados en la localidad de Villa Rosa, en el partido bonaerense Pilar, con algunas máquinas locales y otras que importaron. Actualmente producen unas 1.300 cajas de 24 paquetes por mes, cada uno de 40 gramos. Tienen seis empleados.
Los Green Chips se consiguen en dietéticas y tiendas saludables de todo el país, así como en los supermercados Jumbo y Disco –donde se enorgullecen de que sus productos estén en el sector “saludable” de las góndolas-, a un precio al consumidor final de $47 el paquete. La proyección de ingresos para 2017 se ubica en el orden de $4 millones.
“Ahora estamos trabajando con hortalizas como la zanahoria y la remolacha, y empezando con algunas frutas, para ver cuáles se adaptan mejor a nuestro proceso de horneado”, adelanta Diez. “Lo hacemos porque estamos convencidos de que existe un mercado para lo saludable dentro de lo rico, que es nuestra fortaleza”.
Las cantidad de alternativas “emprendedoras” para picotear sin descuidar la salud son numerosas. En esta misma página se han repasado numerosos casos, como el de Crisppino, marca de snacks de arroz lanzada en 2015 por Oliver Lehmann y Juan Greco, que tuvo ingresos por $5 millones en 2016.
Otro ejemplo es el de Zafran, de Charlie Rivero Haedo y Lito Anello, quienes desde 2012 elaboran y comercializan mixes y barritas en base a frutos secos, semillas y frutas deshidratadas, para comer como colación.
También está el caso de los hermanos marplatenses Serdá, que se posicionaron específicamente en el sector “apto para celíacos”. Bajo su marca NaturalSur, elaboran premezclas para preparar pizzas, ñoquis y bizcochuelos. Ellos también se jactan de que quien los prueba no se da cuenta de que son todos sin TACC.
En otro estilo, Leandro Generoso creó Natural Gen preparando en su casa medallones de brócoli, choclo y calabaza a pedido, para luego asociarse con tres amigos con quienes abrieron el local Natural Veggie Market, en 2015, y allí ofrecer productos vegetarianos, veganos y orgánicos, incluyendo golosinas, delikatessen y artículos de pastelería.