En España la demanda por patatas esta marcando el ritmo de las cosechas tempranas. Debido a faltantes en la oferta, los productores se apresuras a cosechar. 

La falta de mercancía y la «presión» que los embolsadores están ejerciendo para que se arranque patata son algunos de los aspectos más significativos de la actual campaña. La temporada está abierta y se están arrancando las primeras colombas de Castilla y León.

Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (Appacyl):

"No hay mucha patata, se pensaba en una producción aceptable, pero no tiene nada que ver con lo del año pasado, cuando la producción fue un 10% o un 15% superior a la de un año normal."

One factor that has contributed to the reduced yield is that the plantings were done in wet conditions, and the potatoes have not developed sufficiently. According to Arroyo's data, average productions are around 40 tons per hectare, although some are close to 50, but these are few, representing a 15% decrease.

The Colomba variety is known for producing a significant amount of kilos in a few days, but this year there are no hectares with 60,000 kilos as in other years.

Eduardo Arroyo:

"Otro cuestión es la calidad de la mercancía, que «es buenísima. Las tormentas se han dado en zonas muy puntuales y no está afectando."

Toda esta situación ha provocado que se estén acelerando los arranques, lo que obliga a que haya que ’quemar’ la patata «unos diez días antes», una acción que sirve para que la piel coja dureza, pero que también incide en los kilos, algo que «se intenta compensar con los precios». 

A los kilos y la sanidad se une una tercera pata, la de los precios, que en estos momentos están por encima de 0,50 euros el kilo. «Es un precio muy interesante con producciones un poco escasas, no pensamos en una caída significativa.

Todo hace pensar en una estabilidad al menos durante los próximos 20 días, porque hay una necesidad muy grande». Arroyo anticipa que «si no hace bajar la colomba el precio, las otras variedades, de las que tampoco hay muchas, no lo harán y posiblemente no veamos estocaje por ningún sitio». 

La situación en países como Francia es similar a la española.«Tienen bastante necesidad porque el mercado está vacío», señala este profesional, que piensa que «esta campaña no vamos a tener todas las patatas que necesitamos». En cualquier caso, todavía queda mucha tarea por delante hasta que en octubre se produzcan los arranques de la variedad agria. «Nos queda un trecho, pero si esto no cambia, también irá muy deprisa». 

Crece la superficie 

Apesar de las perspectivas iniciales y de la falta de semilla para cubrir todas las necesidades, la superficie de patata ha ganado hectáreas este año en Castilla y León y ha pasado de 16.926 hectáreas en 2023 a las 17.290 actuales, 366 más, según los datos recogidos en las solicitudes de la PACy facilitados por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Castilla y León. 

Por provincias, Valladolid y Salamanca se dan prácticamente la mano. En el primer caso, se han sembrado 4.714 hectáreas y en el segundo, 4.707. A una distancia notable se sitúa Segovia, con 1.819 hectáreas, la tercera provincia en superficie de este cultivo. 

En el otro lado de la lista aparece Soria, que dedica a la patata un total de 281 hectáreas, mientras que Palencia no supera las 726, según estas mismas fuentes.