Durante mucho tiempo, en esta comunidad del distrito de San Pedro de Chaná, de la provincia de Huari, el cultivo de papas originarias se vio afectado por la escasez de lluvias, enfermedades propias del cultivo (Rancha y Alternaría), así como la producción de variedades de alto rendimiento y de papas blancas, que pusieron en riesgo la biodiversidad y la seguridad alimentaria en la zona.
Esta situación motivó a la directiva de la comunidad solicitar en el año 2015 la repatriación de 110 variedades de papas nativas de los bancos de germoplasma del Centro Internacional de la Papa (CIP), apoyados por el Programa Agrícola a largo plazo promovido por Antamina, implementado hoy por Cáritas del Perú; dando inicio a la conservación in situ de estas variedades de papas con las mismas características y colores como las conocieron los incas y sus predecesores.
“La cosecha ha durado dos días. Hemos trabajado unidos entre 35 a 40 personas, entre hombres y mujeres, jóvenes y adultos. Al comienzo teníamos nuestras dudas debido al tamaño de la semilla que era muy pequeña. Pero ahora todos estamos contentos porque hemos cosechado una buena papa, y el próximo año queremos tener una mejor cosecha. Estamos trabajando con Cáritas y Antamina, a quienes agradecemos su apoyo técnico”, declaró Velásquez, quien también es delegado del sector Atash.
Esta cosecha, calificada como exitosa tras haberse encontrado matas (plantas) con hasta 5 kilos de tubérculos, es parte de la campaña agrícola 2016-2017 y de las actividades del Programa de Desarrollo Agropecuario en Santa Cruz de Pichiú que tiene como objetivo contribuir a mejorar la calidad de vida de más de 600 familias de la comunidad, a través del incremento de sus ingresos, así como posicionarla como un referente regional de producción agropecuaria.
