Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UN) mejoraron nuevos genotipos de papa con piel y carne de color con el objetivo de beneficiar tanto a la producción agrícola como a los consumidores.
Actualmente, Colombia carece de variedades de papa de color, las cuales son comunes en otros países de Latinoamérica como Chile y Perú. Sin embargo, el Programa de Mejoramiento de Papa de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UN, llevó a cabo una investigación para evaluar las variables agronómicas en clones diploides de papa (Solanum phureja) para desarrollar nuevos productos.
En ese sentido, y según señala Agencia de Noticias UN, el ingeniero agrónomo de la UN, Iván Felipe Galvis, destacó que la carne de color en las papas está asociada a la síntesis de antocianinas, es decir, de aquellos pigmentos que dan coloraciones rojo púrpura y negro en la piel y carne de los tubérculos. Y es que dichos antioxidantes ayudan a reducir el riesgo/efecto de enfermedades crónicas como el cáncer, el colesterol y la degeneración neuronal.
De este modo, y para dar inicio a la investigación, los científicos recolectaron un total de 75 clones de papas criollas galeras, guaneña y latina. Así, luego de tres años, lograron reducir la muestra a 25 seleccionadas las que fueron sembradas en condiciones ambientales contrastantes en Mosquera, Villa Pinzón y La Calera [Cundinamarca].
A raíz de lo anterior, se realizaron análisis de rendimiento, gravedad específica y resistencia a la gota o tizón tardío, además de pruebas de poscosecha de fritura y absorción de aceite.
En consecuencia, los investigadores pudieron destacar siete clones o genotipos de papa, entre ellos el denominado 10-66-4, el que se caracteriza por su color de piel y carne púrpura, y el buen comportamiento que presenta incluso en ambientes con “escasez de agua y resistencia a la gota”, señala el sitio.
“Colombia no está acostumbrada y no conoce este tipo de papas de formas alargadas, con carnes y piel de color, pero creemos que en un futuro estos productos van a tener cabida en el mercado”, señaló Galvis.
Y es que estas nuevas variedades darían nuevas oportunidades a los agricultores para ampliar su oferta de producción y exportación. Mientras que los consumidores podrían incorporar y disfrutar estos nuevos productos en sus comidas.
