Para el mes de septiembre, históricamente eran muy bajas las probabilidades de heladas en Cundinamarca y Boyacá, pero en la última semana estos eventos han amenazado las plantaciones.
En la actualidad, contrario al registro histórico de los eventos climáticos en las zonas altas de los Andes colombianos, posiblemente derivados del calentamiento global, se están presentando eventos de bajas temperaturas, incluso rebasando el límite biológico de las plantas, lo que causa problemas de orden fisiológico, tradicionalmente conocido como heladas.
El cultivo de la papa, propio de los ecosistemas alto andinos, es muy sensible a los daños por frío, de ahí que se prefiera sembrar en épocas del año donde las bajas temperaturas no afecten el desarrollo de la planta. Esta condición marca dos temporadas de siembra, una entre diciembre y marzo y otra entre junio y agosto, las cuales a su vez determinan dos temporadas de cosecha y alta oferta del producto.
Datos de cultivos en Boyacá y Cundinamarca muestran información de dos grados bajo cero, por ejemplo en el páramo de Guerrero, la planicie de Tenjo, Sogamoso y la zona centro de Boyacá. Ante este evento, algunos cultivos, especialmente en estado de floración han sufrido daños, que por lo general son irreversibles, lo que ocasiona serias disminuciones en el rendimiento.
Pero más allá de las heladas, el gran problema es la sequía producto de las alteraciones del fenómeno del pacífico. La falta de agua ha provocado tres problemas principales en la papa: el primero, la bajo producción por área, con baja calidad en tamaño de tubérculos que se estén formando en la actualidad.
En segundo lugar, la presencia de plagas de alto impacto como polilla guatemalteca; finalmente, la disminución de áreas de producción. Estos tres factores con seguridad van a afectar la cosecha del segundo semestre, ya que se frena el desarrollo de las plantaciones y se desestimulan las siembras.
Si se suma al evento de sequía intenso que afrontan las zonas paperas, la ocurrencia de heladas, la producción de tubérculos a partir del mes de octubre y posiblemente hasta la mitad del año 2016, se va a ver disminuida ampliamente, aspecto que ejercerá presión para el incremento de precios, producto del desabastecimiento del producto.
La papa es un alimento cuyos beneficios se pueden obtener a través de una variedad de formas de preparación, además de su delicioso sabor la papa tiene una serie de propiedades que favorecen una dieta balanceada. El aporte calórico de la papa por 100 gramos es inferior al de alimentos como plátano, yuca, arroz y pasta.
Este aporte es dado por los carbohidratos, especialmente el almidón, que contribuye con la saciedad y por lo tanto ayuda a controlar el apetito, haciendo que la papa sea un elemento esencial en una alimentación saludable.
Adicional a esto, el contenido de grasa de la papa es muy bajo, hasta 99,9% libre de grasa y esta contiene vitamina C que contribuye a fortalecer el sistema inmunológico, además de ser antioxidante y ayudar a la síntesis de colágeno.
La papa también tiene minerales como el potasio importante en la actividad neuromuscular y fósforo que contribuye en la formación de huesos y dientes.
Por su parte la papa amarilla posee un mayor contenido de hierro y puede contribuir, dentro de una dieta variada, a mejorar las deficiencias de hierro. Adicional a contener polifenoles y carotenoides, compuestos antioxidantes que pueden contribuir en la prevención de enfermedades crónicas degenerativas, siempre y cuando hagan parte de una dieta balanceada y saludable.
