El clima influye sobre la severidad con que las enfermedades afectan a las plantas. Y el cambio climático podría alterar la forma en que esta perjudica los cultivos.
Conocer el patrón o modelo de esos daños a lo largo del tiempo orientaría a los técnicos hacia dónde dirigir sus investigaciones sobre manejo de enfermedades y mejoramiento genético.
Se evaluó entonces el efecto del cambio climático sobre el tizón tardío, la enfermedad que causó la hambruna de Irlanda en 1840 y que todavía sigue originando estragos.
Los investigadores consideraron tres modelos climáticos para el escenario A2 de emisiones de gases de efecto invernadero (según la clasificación del Panel Intergobernamental sobre el Cambio Climático — IPCC) y tres intervalos de tiempo de 20 años : 2000-2019 , 2040-2059 y 2080-2099.
Además de los análisis convencionales, se estudiaron las siguientes cinco regiones donde la papa es un cultivo importante:
- el altiplano andino
- la llanura Indo-Gangética y las tierras altas del Himalaya
- las tierras altas del sureste de Asia
- las tierras altas de Etiopía, y
- las tierras altas del lago Kivu, en el África subsahariana
Se encontró que el riesgo de diseminación del tizón tardío aumenta inicialmente, cuando se compara con los datos climáticos históricos, pero luego disminuye a medida que cambian las fechas de siembra para estaciones más frías.
El riesgo en los agroecosistemas analizados varió desde un gran aumento en el lago Kivu hasta una disminución en las tierras altas de Indonesia al sureste asiático.
El estudio lleva por título Climate change may have little effect on global risk of potato late blight y fue publicado por Global Change Biology en abril de 2014.