A esa conclusión llegaron los autores de un estudio realizado por el Centro Internacional de la Papa (CIP), cuyos resultados fueron resumidos en un artículo publicado en el blog de la institución.
Uno de los investigadores, Jorge Andrade-Piedra, la expresa de la siguiente manera:
Es un artículo que puede ser controversial, ya que es común considerar a la semilla certificada como la “bala de plata” para resolver la degeneración de la semilla. Sin embargo, la evidencia nos indica que la semilla certificada es solo uno de los métodos para controlar este problema y desafortunadamente no ha dado resultado en la mayoría de países en desarrollo con agricultores de pequeña escala. Otros métodos, como resistencia genética y manejo de semilla en finca, junto con un uso racional de semilla certificada pueden dar mejores resultados. Este artículo describe esta estrategia de manejo integrado de sanidad de semilla que CIP la está desarrollando, con socios alrededor del mundo.
[Para una mayor información sobre la degeneración de la semilla lea ¿En qué consiste la degeneración de la semilla y cuáles son las estrategias para enfrentarla?]
El artículo se publicó bajo el título de Certified seed not the ‘silver bullet’ for potato disease in developing countries. El estudio completo se llama Seed degeneration in potato: the need for an integrated seed health strategy to mitigate the problem in developing countries y puede descargarse de esta página.
