El cultivo de papa sin riego artificial es inviable
La importancia de la lluvia y del riego en los diferentes estadíos del cultivo de papa fue analizada en un nuevo podcast de El Eco Campo.
El sudeste bonaerense es una de las importantes regiones productoras de papa de la Argentina y Tandil en particular realiza un destacado aporte.
De allí que al momento de abordarse el impacto del agua en los diferentes cultivos debe hacerse un alto en el correspondiente al tubérculo, dada sus particularidades.
Reinaldo Fernández es uno de los tantos paperos de la zona y fue el protagonista de un nuevo podcast de El Eco Campo:
Reinaldo Fernández:
Al respecto aclaró que “el agua de lluvia es perfecta y los riegos muchas veces no son cien por ciento eficientes. Los sistemas de riegos tienen su grado de eficiencia: algunos andan en el 60 por ciento, otros en el 80. Es variable”.
El productor añadió que un factor que puede influir es el viento, acotando que “en esta zona de Tandil tenemos muchos días de viento en verano, lo hace más ineficiente al riesgo artificial. Pero esa ineficiencia que puede dejar un equipo de riego, la salva alguna lluvia”.
Momentos ideales
Consultado acerca del momento de mayor necesidad de agua para el cultivo, Reinaldo Fernández explicó que “se puede sembrar con baja humedad, ya que al sembrarse -en cortesa bastante profundidad, generalmente hay humedad”.
Es más, cuando no llueve en ese periodo “se hace una siembra mucho más prolija que en otros años que vienen llovedores”.
Las precipitaciones en esa etapa de siembra generan que se embarre mucho más, además “el fertilizante no corre y como se le echa un polvo para que cicatrice el corte, tiene que estar perfectamente seco.
El corte de la papa no es amigo de la humedad”, recalcó. Paralelamente, “si viene seca la época de siembra, anda mejor la implantación del cultivo”.
En la zona, el período de siembra de papa comienza aproximadamente el 20 de septiembre y se extiende durante todo el mes de octubre, hasta el 10 de noviembre aproximadamente.
Tras esa ventana y a partir de que el cultivo ya germinó y emergió, “una vez que nació, todo lo que sea agua le encanta a la papa”.
En el ciclo de desarrollo, “los meses de diciembre y enero son los más críticos y son los que acompañamos con el riego artificial.
Últimamente, debido a que los años vienen secos, se adelanta un poco el comienzo del riego y se inicia cerca del 15 al 20 de noviembre”.
La forma de regar
De acuerdo a lo indicado por Reinaldo Fernández, el riego artificial es aplicado en láminas de 25 milímetros cada cinco días.
Es que “cada cinco días volvemos a pasar por el mismo lugar. En base a eso diagramamos los riegos y las superficies que le damos a cada equipo”.
Aclaró también que “los golpes importantes de lluvia no son buenos para ningún cultivo. Si te llueven cien milímetros, pasas de largo a la papa, sobre todo si venís regando, lo cual no es bueno. Las lluvias normales -de 30 a 40 milímetros- son ideales, si se viene regando”.
Al momento de grabarse el podcast, Fernández hizo referencia a las lluvias esperadas para el fin de semana.
Reinaldo Fernández."
"En principio el pronóstico era de 25 o 30 milímetros y ahora está más cerca de los 40, lo cual sería soñado, una bendición del cielo. Con 40 milímetros ahora, nos daría vuelta la taba." Entre las cuestiones que quedaron bien en claro se destaca que “hoy es inviable un cultivo de papa sin riego”, ya que es necesario asegurarse una producción alta y de calidad “por una cuestión de costos, porque el arrendamiento es alto, los precios de los fertilizantes vuelan y la semilla es cara.
Si uno no puede no regar, no tiene calidad ni tiene tamaño del producto”. Justamente el tamaño importa al momento de la comercialización.
Reinaldo Fernández:
Otro tema que formó parte del diálogo es la incidencia que tienen las lluvias sobre los precios al momento de sacar la producción del campo.
Es que “la cosecha se hace de manera manual, si bien ahora se está automatizando bastante, y es lenta. Entonces cuando vienen los temporales, al ser oferta y demanda, el mercado se vacía de mercadería y el producto sube.
Cuando el temporal pasa, el mercado está sobreofertado porque todos cargamos y el precio baja”.
Reinaldo Fernández no dejó de lado la importancia que han cobrado los pronósticos climáticos disponibles.
Reinaldo Fernández:
Además, se han atenuado bastante los picos de precio que había en años anteriores.
El sudeste bonaerense es una de las importantes regiones productoras de papa de la Argentina y Tandil en particular realiza un destacado aporte.
De allí que al momento de abordarse el impacto del agua en los diferentes cultivos debe hacerse un alto en el correspondiente al tubérculo, dada sus particularidades.
Reinaldo Fernández es uno de los tantos paperos de la zona y fue el protagonista de un nuevo podcast de El Eco Campo:
"La papa es un cultivo al que le encanta el agua."Planteó inicialmente como un acercamiento al tema y trazó un parangón con el cultivo del tomate.
Reinaldo Fernández:
"Es también un cultivo de verano y todo quien ha hecho quinta sabe que todas las tardecitas hay que ponerle la manguera, porque lo que más le gusta es el agua. La papa es lo mismo."Fernández sostuvo que “hoy en día no existe el cultivo de papa sin pensar en un buen riego”.
Al respecto aclaró que “el agua de lluvia es perfecta y los riegos muchas veces no son cien por ciento eficientes. Los sistemas de riegos tienen su grado de eficiencia: algunos andan en el 60 por ciento, otros en el 80. Es variable”.
El productor añadió que un factor que puede influir es el viento, acotando que “en esta zona de Tandil tenemos muchos días de viento en verano, lo hace más ineficiente al riesgo artificial. Pero esa ineficiencia que puede dejar un equipo de riego, la salva alguna lluvia”.
Momentos ideales
Consultado acerca del momento de mayor necesidad de agua para el cultivo, Reinaldo Fernández explicó que “se puede sembrar con baja humedad, ya que al sembrarse -en cortesa bastante profundidad, generalmente hay humedad”.
Es más, cuando no llueve en ese periodo “se hace una siembra mucho más prolija que en otros años que vienen llovedores”.
Las precipitaciones en esa etapa de siembra generan que se embarre mucho más, además “el fertilizante no corre y como se le echa un polvo para que cicatrice el corte, tiene que estar perfectamente seco.
El corte de la papa no es amigo de la humedad”, recalcó. Paralelamente, “si viene seca la época de siembra, anda mejor la implantación del cultivo”.
En la zona, el período de siembra de papa comienza aproximadamente el 20 de septiembre y se extiende durante todo el mes de octubre, hasta el 10 de noviembre aproximadamente.
Tras esa ventana y a partir de que el cultivo ya germinó y emergió, “una vez que nació, todo lo que sea agua le encanta a la papa”.
En el ciclo de desarrollo, “los meses de diciembre y enero son los más críticos y son los que acompañamos con el riego artificial.
Últimamente, debido a que los años vienen secos, se adelanta un poco el comienzo del riego y se inicia cerca del 15 al 20 de noviembre”.
La forma de regar
De acuerdo a lo indicado por Reinaldo Fernández, el riego artificial es aplicado en láminas de 25 milímetros cada cinco días.
Es que “cada cinco días volvemos a pasar por el mismo lugar. En base a eso diagramamos los riegos y las superficies que le damos a cada equipo”.
Aclaró también que “los golpes importantes de lluvia no son buenos para ningún cultivo. Si te llueven cien milímetros, pasas de largo a la papa, sobre todo si venís regando, lo cual no es bueno. Las lluvias normales -de 30 a 40 milímetros- son ideales, si se viene regando”.
Al momento de grabarse el podcast, Fernández hizo referencia a las lluvias esperadas para el fin de semana.
Reinaldo Fernández."
"En principio el pronóstico era de 25 o 30 milímetros y ahora está más cerca de los 40, lo cual sería soñado, una bendición del cielo. Con 40 milímetros ahora, nos daría vuelta la taba." Entre las cuestiones que quedaron bien en claro se destaca que “hoy es inviable un cultivo de papa sin riego”, ya que es necesario asegurarse una producción alta y de calidad “por una cuestión de costos, porque el arrendamiento es alto, los precios de los fertilizantes vuelan y la semilla es cara.
Si uno no puede no regar, no tiene calidad ni tiene tamaño del producto”. Justamente el tamaño importa al momento de la comercialización.
Reinaldo Fernández:
"Si viene un comprador a ver la papa al campo y observa papines, te dice que la gente come papas medianas y grandes."
"Buenos Aires, que es el gran consumidor al que le mandamos, consume mediana y grande."
"Si uno envía papa chica, te mandan el camión de vuelta."
Otro tema que formó parte del diálogo es la incidencia que tienen las lluvias sobre los precios al momento de sacar la producción del campo.
Es que “la cosecha se hace de manera manual, si bien ahora se está automatizando bastante, y es lenta. Entonces cuando vienen los temporales, al ser oferta y demanda, el mercado se vacía de mercadería y el producto sube.
Cuando el temporal pasa, el mercado está sobreofertado porque todos cargamos y el precio baja”.
Reinaldo Fernández no dejó de lado la importancia que han cobrado los pronósticos climáticos disponibles.
Reinaldo Fernández:
"Hace 15 años, el único que teníamos era el del diario. Hoy tenemos cuatro o cinco páginas en el teléfono que podemos consultar en el medio del campo."Ello ayuda a planificar la carga de los camiones e incluso a dejar listos otros para cubrir necesidades específicas de determinados clientes.
"Hoy disponemos de información y el cambio que ha ocurrido es abismal."
Además, se han atenuado bastante los picos de precio que había en años anteriores.
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