Los productores de papa pueden hacerse un favor al recordar que sus cultivos no mejorarán bajo condiciones de almacenamiento.
Por tal motivo, Phillip Nolte, extensionista de la Universidad de Idaho especializado en papa de semilla, dice que la mejor forma de influir en el estado de sus cultivos al salir de las bodegas es manejarlo adecuadamente al momento de almacenarlo.
“Probablemente lo más importante sea evitar daños durante la cosecha, el manejo y el almacenaje,” añade.
Por ejemplo, una de las enfermedades más temidas, la pudrición acuosa por Pythium, requiere de una herida abierta para entrar al tubérculo. Usualmente se convierte en un problema al combinarse con el calor, ya que la enfermedad requiere climas cálidos para avanzar y los suelos cálidos, secos y con terrones pueden dañar las papas.
“Es una enfermedad peligrosa que puede acabar con toda una bodega” dice. “Sin embargo las enfermedades se ven favorecidas en gran medida por las lesiones abiertas y las magulladuras.”
A fin de evitar los efectos dañinos del calor, es preciso cosechar cuando la temperatura de la pulpa está por debajo de 15°C. Para eso tal vez se requiera detener la cosecha a la 1 p.m. o 2 p.m., en especial si las temperaturas de la pulpa se han elevado demasiado, dice Nolte, sin importar cuánto deseen terminar con la cosecha.
“Las personas que se ven en problemas son las que se desesperan y quieren ser las primeras en terminar de cosechar,” agrega.
Apilado alto
Otra razón por la que es esencial almacenar sólo papas de buena calidad, es porque por lo general se apilan muy alto, en ocasiones hasta alturas de 6.5 m. Con ese tipo de presión, necesitan una bodega extremadamente limpia y muy buen flujo de aire; pero incluso con esas condiciones, se requiere una cosecha de buena calidad. Si cultivan papa, la falta de paciencia puede ocasionar un problema y Nolte recomienda retrasar la cosecha lo más que se pueda.
Muchas bodegas no tienen puertas traseras, por lo que si cosechan hasta el final podrán almacenar sus productos más cerca de la puerta. “Siempre pongan los lotes problemáticos en lugares a los que se pueda tener acceso con facilidad,” dice.
No obstante, Nolte enfatiza que una bodega no es un hospital. Algunos lotes no deben ser llevados a la bodega porque pueden ocasionar muchos problemas.
“Si sus productos tienen problemas, no los almacenen,” recomienda. “cosechen y dejen las papas sobre la superficie del suelo para que la Madre Naturaleza pueda trabajar en ellas.”
Vigilen de cerca
Introducir papas con problemas a las bodegas puede ocasionar problemas para las papas de buena calidad, porque se producen “zonas calientes,” dice Nolte.
“Una vez que hay algún problema en la bodega, incluso si hay buen enfriamiento y movimiento del aire, las bacterias de la pudrición blanda pueden generar su propio calor, por eso le llaman a esas zonas ‘calientes,’” añade. “Pueden generar un problema verdaderamente grave.”
Lo importante es asegurarse de que sepan exactamente lo que sucede con su cultivo, al darle seguimiento cuidadoso después de la cosecha.
“Monitoreen sus cultivos y conózcanlos bien,” dice Nolte, “porque una vez almacenados no van a poder mejorarlos.”
Esto significa que algunas veces los productores se verán obligados a tomar decisiones difíciles sobre sus cultivos.
“Las bodegas deben ser consideradas como hoteles, en lugar de hospitales,” agrega. “Mientras más tiempo se queden con sus papas mayores serán las probabilidades de crear problemas. Algunas veces es necesario dejar a un lado lo perdido y rescatar lo que se pueda, para evitar el riesgo de quedarse sin nada.”
Artículo originalmente publicado en la revista American Vegetable Grower, revista hermana de Productores de Hortalizas, una marca de Meister Media Worldwide. Parte de la información para este artículo se extrajo de un artículo escrito por Nolte y dos de sus compañeros extensionistas e investigadores de la Universidad de Idaho, la especialista en cultivo de papa Nora Olsen y Jeff Miller, fitopatólogo especializado en papa.