La obesidad y el sobrepeso, algunos de los principales factores de riesgo de muerte por enfermedades no contagiosas, aumenta en los países en desarrollo debido a los cambios alimentarios.
Si antes se consumían preferentemente alimentos básicos y granos enteros, ahora la tendencia es a comer alimentos parcial y altamente procesados, con altos contenidos de sal, azúcar y grasas saturadas, y pocas fibras y demás nutrientes esenciales.