Cómo controlar el pulgón saltador en la papa
Cómo controlar el pulgón saltador en la papa
La paratrioza o pulgón saltador (Bactericera cockerelli Sulc.) es una plaga que se alimenta de la savia de las plantas hospederas, ocasionando dos tipos de daños:
Daño directo: Es provocado por la inyección de una toxina, la cual es transmitida únicamente por las ninfas. Esta toxina ocasiona que las plantas se vean amarillentas y raquíticas, afectando el rendimiento y la calidad de frutos y tubérculos. Daño indirecto: Es considerado más importante que el daño directo, ya que es ocasionado por los fitoplasmas, los cuales son transmitidos tanto por las ninfas como por los adultos.
Estos fitoplasmas son los responsables de las enfermedades conocidas comúnmente como la punta morada de la papa en dicho cultivo y del permanente del tomate. Para lograr el control de la paratrioza no basta con la sola aplicación de insecticidas, sino de seguir toda una estrategia de manejo integrado. Antes de tomar decisiones inmediatas para su control es necesario realizar primero el monitoreo y muestreo de la plaga. Con ello responderemos a las siguientes preguntas:
¿Cómo está distribuida la plaga? ¿En qué estado biológico se encuentra? ¿En qué cantidad? ¿De dónde proviene?
Dado que los adultos de paratrioza se desplazan preferentemente por las corrientes de aire, es importante detectar la dirección de los vientos, pues es por donde van a iniciar las primeras migraciones a los cultivos. Conocer sus enemigos naturales: La paratrioza es afectada de manera natural por los entomopatógenos Paecilomyces fumosoroceus, Metarhizium anisopliae y Beauveria bassiana; por los depredadores león de los áfidos (Chrysoper la ssp), la catarinita roja (Hippodamia convergens) y por las larvas de la avispita Tamarixiatriozae. Conocer sus hospederos: especies cultivadas y silvestres. Conocer su ciclo biológico y hábitos: El insecto se reproduce sexualmente y pasa por los estados de huevecillo, ninfa (cinco estadíos) y adulto. La paratrioza tiene hábitos migratorios, alcanzando vuelos de hasta 1.5 km de altura. Se presenta con mayor incidencia en zonas agrícolas de monocultivo de papa, jitomate, tomate de cáscara y chile, llegando a estos desde cultivos de otras regiones y sus hospedantes silvestres. En algunos lugares el insecto desaparece durante el invierno, emigrando a grandes distancias en busca de alimento.
Control cultural: Eliminar la maleza hospedera y/o plantas voluntarias, en las áreas cercanas al cultivo. En papa sembrar semilla certificada, comprobando su sanidad con análisis de laboratorio, que determinen que los tubérculos están libres de fitoplasmas. En jitomate, tomate de cáscara y chile, utilizar plantas libres de huevecillos y ninfas. Eliminar la maleza hospedera y/o plantas voluntarias, en las áreas cercanas al cultivo. En papa sembrar semilla certificada, comprobando su sanidad con análisis de laboratorio, que determinen que los tubérculos están libres de fitoplasmas. En tomate y chile, utilizar plantas libres de huevecillos y ninfas. Control genético: En tomate y chile, aún no existen variedades comerciales resistentes al fitoplasma. En papa si hay variedades tolerantes al fitoplasma y la toxina de la paratrioza. Control biológico: Comercialmente existen productos biológicos para el control de la paratrioza.
No obstante, también se encuentran de manera natural dentro del cultivo, por lo que al realizar una aplicación con insecticidas se debe tomar en cuenta que no sean tan agresivos con la fauna benéfica.
Control químico: Es necesario tomar en cuenta lo siguiente: concentración de la mezcla (cantidad del insecticida por volumen de agua); cobertura de la aplicación; libras de presión de la aspersora; PH y dureza del agua; horarios de aplicación; y la técnica de la aplicación.