Los científicos, dirigidos por Hope Jahren y Brian Schubert, midieron los isótopos de carbono en los aceites de 101 cadenas nacionales y 66 pequeños negocios de Hawai e informan de que aproximadamente el 69 por ciento de las cadenas nacionales y el 20 por ciento de los pequeños negocios utilizaban aceite de maíz. El resto de pequeños negocios solían utilizar ingredientes más baratos incluyendo aceites de colza, soja, semilla de algodón, girasol o de palma.
Los autores especulan que las grandes cadenas nacionales son propensas a acuerdos de negocio a gran escala, que reducen el coste del aceite de maíz en relación a otros aceites. Sin embargo, el aceite de maíz suele ser la opción menos saludable entre en relación a otros aceites ya que contiene la grasa más saturada.
Cerca de una cuarta parte de las calorías totales de una comida de hamburguesa, patatas y refresco en un restaurante de comida rápida y la mayoría de las calorías de la grasa de esta comida proceden del aceite en el que se cocinan las patatas fritas. Los autores sugieren que el maíz, que suele utilizarse para alimentar a vacas y aves de corral, además de como ingrediente en siropes de aceite de maíz altos en fructosa edulcorantes de refrescos, y la agricultura del maíz tienen una influencia significativa en los restaurantes locales y nacionales de comida rápida.