Ante la necesidad de satisfacer la demanda de los consumidores por productos más saludables, tres empresas tucumanas dedicadas a la producción de papas fritas y otros tipos de snacks hicieron cambios en los modos de fabricación.
Víctor Francisco Granado, quien fundo la empresa Reno junto a su padre en 1985, fue uno de los primeros en comprender que era imprescindible realizar un cambio. Por eso, sin agregar nuevos productos a su portfolio, realizó modificaciones en la forma de elaborarlos.
En ese sentido, Granado explicó que no utilizan “ningún condimento o agregado que pueda ser dañino para la salud, sino que apostamos a cosas más naturales”. Asimismo, manifestó que “a las cosas hay que hacerlas bien para que la gente siga queriendo tus productos y más ahora. Quiero competir con calidad”.
De esa manera, en Reno entendieron que las materias primas debían ser de primera calidad. Entre sus varias modificaciones se destacan los quesos deshidratados sin compuestos químicos.
Sin embargo, esos cambios no eran evidentes a simple vista, por lo que Granado invitó a clientes y grupos escolares con sus docentes a conocer el proceso de elaboración y los ingredientes con los que se fabrican los productos. “Después los chicos se querían quedar a vivir acá y las docentes se fueron sorprendidas”, afirmó.
Otro ejemplo es el de la empresa Zingaras que, por un lado, incorporó nuevos productos saludables y, por el otro, hizo modificaciones en la línea líder, que se comercializa en la provincia desde hace casi cuarenta años. “El mercado del snack tradicional no va a morir nunca, pero sí estamos atentos a las nuevas tendencias”, sostuvo el director de la firma, Sebastián Cortés.
En 2016, Zingaras comenzó a vender dos mix de frutos secos por kilo. “Tuvo una recepción 100% positiva. Empezó funcionando con el boca en boca. Vienen chicos de alto rendimiento deportivo a comprarlos porque se enteraron”, indicó.
Asimismo, Cortés señaló que el conocimiento técnico actual hizo posible que “a los mismos productos tradicionales se los pueda dar un poco más saludables, por ejemplo, trabajando en reducir el sodio y evitando el uso de antioxidantes artificiales”.
La otra empresa tucumana que se sumó a esta tendencia saludable es Crunch. Guillermo Raed Rusco, gerente de la firma, sostuvo: “El objetivo es incorporarnos desde el rubro snack, haciendo una propuesta desde la alimentación y buscando entender al consumidor cuando entra al kiosco”.
En ese sentido, remarcó que la empresa busca fusionar el sabor con lo nutricional, y gustar tanto a niños como adultos. “La gente de este nicho tiene más conocimientos en el tema, así que trabajamos conjuntamente con nutricionistas para que no sea solo una propuesta de sabor”, aseveró.
De acuerdo al Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán, existen ocho empresas dedicadas a la elaboración de papas fritas en la provincia. Si bien algunas venden sus productos en otras provincias del NOA, la mayor parte está abocada al comercio local, proveyendo a supermercados y comercios de la provincia.
Según un reporte acerca del cultivo de papa en la zona, Tucumán es la tercera provincia productora, solo superada por el sudeste de Buenos Aires y Córdoba, aportando un 9% de la papa para el consumo a nivel nacional.
