Ya está todo listo para que la tradicional Fiesta de la Papa Andina se lleve adelante a pleno el próximo sábado 16 de julio en el paraje El Alfarcito, donde el padre Chifri desarrolló su importante labor social en beneficio de las 25 comunidades de la Quebrada del Toro, en Campo Quijano.
Será el sexto año que los pequeños productores se ubicarán en unos 40 puestos para ofrecer sus cosechas, comidas típicas, elaboraciones propias y otros productos regionales. Todo será acompañado por espectáculos folclóricos y muestra de artesanías de la gente de la región.
Las actividades se iniciarán con un desayuno comunitario con mate cocido y bollos y luego será el momento de la ceremonia ancestral de convido a la Pachamama.
Al mediodía se podrán saborear verdaderas delicias y adquirir las diferentes clases de papa andina.
La fiesta está organizada por la Cooperativa de la Quebrada del Toro Teki Masi, productores de los cerros y la Fundación Alfarcito.
Fue esta cooperativa la que planteó la necesidad de recibir ayuda gubernamental para superar las dificultades que por la sequía de este año afectó la producción, no solo de papas y frutas, sino también la cría de animales por falta de alimento.
En junio pasado, el Ministerio de Ambiente y Producción Sustentable estudió alternativas de desarrollo productivo para Rosario de Lerma para potenciar la comercialización de frutas y verduras y la ganadería menor en la zona.
El ministro Javier Montero, el secretario de Asuntos Agrarios, Flavio Aguilera, junto al intendente de Rosario de Lerma, Ignacio Jarsún, y a los diputados provinciales Mario Vilca y Nicolás Taibo plantearon ideas para desarrollar proyectos productivos.
Las propuestas estuvieron centradas en desarrollar el proyecto de un mercado concentrador de frutas y verduras, donde sea comercializada la producción de la zona.
Un cultivo orgánico
Existen unas 30 variedades de papa andina, que se cultivan a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, al igual que las habas, la quinoa y algunos frutales.
Sobresalen por tratarse de cultivos ciento por ciento orgánicos, sin ningún tipo de agroquímicos.
Las papas andinas son características de la Puna argentina, boliviana y peruana. Debido a las frías temperaturas no llegan a desarrollar gran tamaño, pero sí concentran gran cantidad de minerales.
Con pieles rojas y moradas, pulpas coloreadas y un sabor de neutro a dulce, las papas andinas son consideradas un alimento gourmet.
Poseen, además, excelentes características nutricionales, por sus altos porcentajes de proteínas y minerales: no solo tienen más calcio y potasio que las papas comunes, sino que también se digieren mucho mejor. Las papas andinas tienen un sabor terroso más parecido al sabor original de la papa, algo que muchos no conocen.
Se dividen en tres grandes grupos: la oca, de sabor dulce muy parecido a la batata, y tiene seis variedades que se distinguen por sus colores blanca, amarilla, rosada, morada, overa y colorada.
En el segundo grupo está la papa lisa, uno de los productos andinos más raros, con sabor a mezcla de hongo y raíz, textura similar a la remolacha e intensos colores. Hay cuatro variedades: morada, verde, amarilla y overa.
Y en el tercer grupo están todas las de piel marrón, violeta, negra y coloradas, con una multiplicidad de nombres como kollareja, tuni morada, waicha, malcacha, imillia negra y otras cuantas más.
La fundación
Alfarcito es una fundación sin fines de lucro que creó el sacerdote Sigfrido Maximiliano Moroder, llamado simplemente Chifri (fallecido en noviembre de 2011). Su objetivo fue descubrir, valorar y desarrollar las capacidades de los habitantes y las comunidades de la quebrada del Toro.
Hoy, la fundación trabaja de forma permanente para colaborar con los pobladores de la zona, implementando las acciones que fortalezcan su educación, capacitación y perfeccionamiento.
Se busca así alentar el desarrollo socioeconómico de esta región, para que los habitantes puedan descubrir en su propia tierra una opción sostenible para el arraigo definitivo.