Bolivia: ¿Cómo combaten el contrabando y luchan por conservar variedades de papa investigadores de la UMSS?

Investigadores de la Universidad Mayor de San Simón y de la Universidad Javeriana de Colombia prevén conservar múltiples variedades de este producto bajo estándares de alta calidad genética y sanitaria, debido a bacterias y otro tipo de afectaciones que, con los años, causaron que muchas 'especies' de papas queden prácticamente al borde de la extinción.

Con el objetivo de luchar contra el contrabando, incrementar el nivel productivo de cultivo en el país y salvar múltiples variedades, investigadores de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) realizan la producción de semillas de papa in vitro.

El director del Centro de Biotecnología y Nanotecnología Agropecuario y Forestal (CByNAF) de la UMSS, Jorge Rojas, explica que este procedimiento sirve para realizar una especie de "limpieza" de estas semillas, debido a que uno de los principales factores para el bajo rendimiento en los cultivos de papa en el país son los virus que afectan y van "degenerando" las distintas variedades.

Los virus a los que hace mención Rojas, suelen encontrarse en suelo deteriorado por distintos factores, ya sea natural o por efecto de uso de químicos para el cultivo. Asimismo, muchos de estos microorganismos dañinos se expanden debido al "contagio" que puede darse entre distintas semillas de papas, sin importar que las mismas pertenezcan a distintas variedades.

Biotecnología in vitro

El procedimiento se trata de cultivar papa en un frasco en cuyo fondo hay una especie de gel que cumple el papel de suelo y contiene varios nutrientes. Al interior del mismo las plantas de papa van creciendo. Mientras tanto, también se limpian de cualquier virus y enfermedad. Esta es una especie de purificación, ya que no siempre se conoce con exactitud el origen de las semillas de papa que están a la venta en el mercado u otro tipo de distribuidores.

Este proceso recibe el nombre de termoterapia, ya que el ambiente está entre los 37 y 40 grados como máximo. Así es como el virus se reproduce en menores cantidades o, en todo caso, llega a extinguirse.

Cuatro semanas es el tiempo aproximado en el que se puede ver el meristemo, que es el primer brote de la planta, mismo que está totalmente libre de virus. Es entonces cuando inicia la "multiplicación saludable de estas plantas.

Verificación

Las pequeñas plantas son sometidas a pruebas PCR, LAMP, Elisa o cualquier otra tecnología para verificar que ya no sean portadoras de ningún virus peligroso, tóxico o perjudicial que pueda degenerar futuras cosechas o dar resultados de baja productividad.

Una vez certificadas como libres de virus, continúan multiplicándose, para posteriormente ser trasladadas a cultivos hidropónicos o suelos sanos. Ya estando en las camas de cultivo, empiezan a producir minitubérculos que no tienen más de un centímetro de diámetro. En el caso de la UMSS, estos espacios son netamente saludables, ya que están destinados a este tipo de trabajos de cultivos -generalmente- saludables.

Semillas

El producto final de la aplicación de biotecnología es una especie de semillas prebásicas para el cultivo de papa, cuyo precio alcanza hasta los 200 bolivianos el kilo, con la garantía de producir papa de alta calidad genética y sanitaria, además de elevar el promedio productivo en las cosechas.

Rojas destaca el hecho de que las semillas 100% libres de virus y 'enfermedades' tendrán la capacidad de rendir de forma óptima en las cosechas, favoreciendo así a los productores, pues la pérdida sería mínima o nula.

Contra el Contrabando

El investigador explicó que una de las principales causas del contrabando de papa, que ingresa a Bolivia por la frontera del Perú, es el bajo promedio en la producción de este alimento en el país.

Ya en 2011, la Fundación Milenio sobre la Economía del primer semestre de ese año, advirtió que Bolivia pasó de ser exportador a importador de papa, debido a un déficit del 20% de este producto, obligando al país a importar desde el Perú y Argentina.

Diez años después de dicha advertencia, Rojas explicó que "Bolivia tiene uno de los rendimientos más bajos en la producción de papa a nivel mundial, alcanzando solo las seis toneladas por hectárea, a comparación de otros países como Argentina y Holanda que oscilan entre las 25 y 35 toneladas".

"Entonces, podemos bloquear y protestar contra el contrabando, pero también tenemos que mejorar la producción de la papa, incrementar su cantidad y elevar su calidad. Lo que significa también dar seguridad alimentaria al país".

Variedades

El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) registra más de 1.500 variedades de papa en el país. Sin embargo, Rojas advierte que muchas de ellas están en peligro debido a la degeneración a causa de los virus y la importación de otras como la holandesa.

El estudio pone especial atención en la “limpieza” de las variedades Waych’a, Candelero, Imilla Blanca, Sani Imilla y Pinta Boca.

También se busca reintroducir al mercado las papas Imilla y Runa, mismas que se considera que están en peligro de desaparecer.

La seguridad alimentaria a nivel nacional es un gran reto en la actualidad ya que varios productos, atesorados incluso a nivel mundial como la quinua, no pueden ser exportados desde Bolivia debido a los bajos niveles de producción que obligan al Gobierno incluso a importar varios tipos de verdura, granos, legumbres y muchos otros.