Esta larva puede afectar cultivos cercanos a un 30% en el país en un solo año, dejando grandes pérdidas en el sector papicultor.
Con el financiamiento del Ministerio de Agricultura se unieron para este proyecto Corpoica, la Universidad de los Andes, Kem-tek y el Centro Internacional de Física (CIF), adscrito a la Universidad Nacional de Colombia.
Con el fin de atacar efectivamente la plaga, se utilizaron nanopartículas que se globulizaron con proteínas y se diluyeron en una solución acuosa. Esta mezcla es esparcida desde la superficie de la tierra para que penetre a profundidad y sea ingerida por las larvas de la polilla. Una vez esto pasa, las inclusiones cristalinas de la proteína causan hinchazón del intestino medio de la larva y posteriormente su muerte.
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