Más de 50 científicos de plantas del sector público y privado se reunieron en la sede del Centro Internacional de la Papa (CIP), en Lima, Perú, para aprender más sobre los Derechos del Obtentor y el sistema de protección de variedades vegetales establecido por el Convenio de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV por su sigla en francés).
La UPOV es una organización intergubernamental creada con el fin de proporcionar y promover un sistema eficaz de protección de variedades vegetales. El objetivo fundamental de la UPOV es fomentar el desarrollo de nuevas variedades de plantas para beneficio de la sociedad.
Los derechos del obtentor conllevan muchos beneficios. Debido a que el mejoramiento de plantas es un proceso largo y costoso, reconocer dichos derechos como propiedad intelectual puede proporcionar protección a los investigadores para autorizar la producción y comercialización del material de propagación de la variedad protegida por un periodo limitado de tiempo. En un sentido comercial, el mejorador puede preparar el producto para su lanzamiento al mercado y recuperar su inversión en investigación y desarrollo. Otras partes de la cadena de valor, como los multiplicadores de semillas, también pueden verse atraídos a multiplicar, acopiar y vender las semillas durante este periodo. En un sentido de política de uso de la variedad, el obtentor puede establecer las condiciones para la utilización del material de propagación de la variedad, como la inclusión de pequeños agricultores en la cadena de valor del cultivo.
El evento de capacitación en el CIP fue organizado por organismos públicos peruanos como el Instituto Nacional de Innovación Agria (INIA) y el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI), además de la UPOV. Algunos puntos impartidos a los participantes fueron cómo usar los derechos de los obtentores para reconocer el trabajo de los mejoradores y apoyar la innovación y el impacto de las variedades mejoradas.
De hecho, la protección de los derechos del obtentor puede reducir los riesgos que conlleva la investigación, el desarrollo y la comercialización de una variedad. Al haber menos riesgos, todos los actores de la cadena de valor se pueden beneficiar de las innovaciones.
El Centro Internacional de la Papa fue fundado en 1971 como una institución de investigación para el desarrollo de raíces y tubérculos que entrega soluciones sostenibles a los apremiantes problemas mundiales de hambre, pobreza y degradación de los recursos naturales. El CIP es realmente un centro mundial, cuya sede central se encuentra en Lima, Perú y con oficinas en 20 países en desarrollo de Asia, África y América Latina. Trabajando en estrecha colaboración con nuestros socios, en el CIP buscamos alcanzar seguridad alimentaria, aumentar el bienestar y la equidad de género de las personas pobres en el mundo en desarrollo. El CIP promueve su misión a través de una investigación rigurosa, la innovación en ciencia y tecnología y el fortalecimiento de la capacidad relacionados con los cultivos y sistemas alimentarios de raíces y tubérculos.
