El índice de precios de los alimentos de la FAO retrocedió ligeramente en abril.
El índice de precios de los alimentos de la FAO retrocedió ligeramente en abril respecto del récord histórico registrado en marzo
El índice de precios de los alimentos de la FAO* se situó en abril de 2022 en un promedio de 158,5 puntos, lo que representa un descenso de 1,2 puntos (un 0,8 %) respecto del récord histórico alcanzado en marzo, aunque aun así se encuentra 36,4 puntos (un 29,8 %) por encima del valor registrado en el mismo mes del año pasado.
La caída del índice en abril fue liderada por una importante disminución del subíndice de precios de los aceites vegetales, junto con un ligero descenso del subíndice de precios de los cereales.
Paralelamente, los subíndices de precios del azúcar, la carne y los productos lácteos registraron un aumento moderado.
El índice de precios de los cereales de la FAO registró en abril un promedio de 169,5 puntos, o sea, 0,7 puntos (un 0,4 %) por debajo del récord alcanzado en marzo (desde 1990).
Tras dispararse hacia un nivel récord en marzo, los precios internacionales de los cereales secundarios registraron una caída del 1,8 % en abril, lo cual obedeció a un descenso del 3,0 % de los precios del maíz cuando los suministros estacionales procedentes de las cosechas en curso en la Argentina y el Brasil ayudaron a aliviar la presión sobre los mercados.
Los precios mundiales del sorgo también descendieron un 0,4 % en abril, mientras que la escasez de la oferta empujó un 2,5 % al alza los precios de la cebada.
Los precios internacionales del trigo evolucionaron al alza en abril, aunque con una diferencia mínima, incrementándose un 0,2 %.
Si bien el bloqueo de los puertos que sigue en pie en Ucrania y la preocupación acerca de la situación de los cultivos de 2022 en los Estados Unidos de América hicieron que los precios se mantuvieran elevados, la subida se vio moderada por el aumento de los envíos de la India, unas exportaciones de la Federación de Rusia mayores de lo previsto y una ligera disminución de la demanda mundial como resultado de los precios elevados.
En abril los precios internacionales del arroz subieron un 2,3 % respecto de los niveles de marzo, sostenidos por una combinación de fuerte demanda local en varios de los países exportadores asiáticos, adquisiciones por parte de compradores del Cercano Oriente y China y contratiempos meteorológicos en las Américas.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en un promedio de 237,5 puntos en abril, con una pérdida de 14,3 puntos (un 5,7 %) respecto del récord registrado en marzo, aunque se mantuvo marcadamente por encima del nivel de hace un año.
El descenso se debió a la bajada de los precios mundiales de los aceites de palma, girasol y soja, que compensó con creces la subida de las cotizaciones del aceite de colza.
Los precios internacionales del aceite de palma registraron una caída moderada en abril, al verse deprimidos sobre todo por la atonía de las importaciones mundiales ante los elevados costos, así como por las perspectivas de debilitamiento de la demanda en China.
No obstante, la incertidumbre acerca de las disponibilidades exportables de Indonesia, el principal exportador de aceite de palma del mundo, contuvo un mayor descenso de los precios internacionales.
Mientras tanto, los precios mundiales de los aceites de girasol y soja también disminuyeron respecto del mes anterior, lo cual estuvo ligado en gran medida al racionamiento de la demanda a raíz de los precios récord registrados últimamente.
Por el contrario, los precios del aceite de colza se mantuvieron firmes en abril, a causa de la persistente escasez de la oferta mundial.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró un promedio de 147,1 puntos en abril, esto es, un alza de 1,3 puntos (un 0,9 %) desde marzo, lo que representa el octavo mes consecutivo de aumento y empuja al índice 28,0 puntos (un 23,5 %) por encima de su valor de hace un año.
En abril prosiguió la tendencia ascendente de los precios de los productos lácteos, impulsada por la persistente escasez de la oferta mundial, ya que la producción lechera en Europa occidental y Oceanía siguió registrándose por debajo de sus niveles estacionales.
Las cotizaciones internacionales de la mantequilla fueron las que más subieron, como consecuencia de la escasez de la oferta, en particular los bajos niveles de las existencias, especialmente en Europa occidental, ante el aumento repentino de la demanda de entregas a corto plazo, debido en parte al actual desabastecimiento de aceite de girasol y margarina.
Pese al descenso de las adquisiciones en el extranjero, la constante demanda interna y los bajos niveles de las existencias en Europa empujaron al alza los precios mundiales de la leche desnatada en polvo y del queso.
Por el contrario, los precios de la leche entera disminuyeron moderadamente, debido sobre todo a una desaceleración de la demanda en China.
El índice de precios de la carne de la FAO* se situó en un promedio de 121,9 puntos en abril, lo cual representa un aumento de 2,7 puntos (un 2,2 %) respecto de marzo y marca un nuevo récord.
La continua fortaleza de los precios derivó de la subida de los precios mundiales de las carnes de aves de corral, cerdo y bovino.
El aumento de los precios de la carne de aves de corral obedeció a la sólida demanda que se produjo en un contexto de escasez de la oferta mundial como consecuencia de las perturbaciones a las exportaciones procedentes de Ucrania y de los crecientes brotes de gripe aviar en el hemisferio norte.
Por su parte, los precios de la carne de cerdo siguieron subiendo, aunque de forma menos acusada que en marzo, a causa de la prolongada limitación de la oferta de cerdos de matanza en Europa occidental y la elevada demanda interna en los grandes países productores.
Los precios mundiales de la carne de bovino aumentaron moderadamente, debido al volumen elevado de las exportaciones del Brasil, pese a la escasa oferta de ganado de matanza.
Con este aumento, los precios de la carne de bovino alcanzaron un nuevo récord. En cuanto a la carne de ovino, los confinamientos relacionados con la pandemia y las demoras en los puertos de China llevaron a una disminución de las adquisiciones de carne por parte del país, lo que hizo que los precios descendieran ligeramente.
El índice de precios del azúcar de la FAO registró un promedio de 121,8 puntos en abril, o sea, 3,9 puntos (un 3,3 %) más que en marzo, con lo que aumentó por segundo mes consecutivo y alcanzó un nivel que supera en más del 20 % el registrado en el mismo mes del año pasado.
El incremento de los precios del etanol en el Brasil, sumado al continuo fortalecimiento del real brasileño frente al dólar de los EE.UU., siguió impulsando el aumento de los precios mundiales del azúcar.
La preocupación por el lento inicio de la cosecha de 2022 en el Brasil también favoreció la subida. Sin embargo, unas disponibilidades en la India, uno de los principales exportadores de azúcar, más cuantiosas de lo previsto anteriormente reforzaron las perspectivas de la oferta mundial e impidieron que se produjeran subidas de precios más sustanciales.
* A diferencia de otros grupos de productos básicos, la mayoría de los precios utilizados en el cálculo del índice de precios de la carne de la FAO no se encuentra disponible en el momento del cómputo y publicación del índice de precios de los alimentos de la Organización; por tanto, el valor del índice de precios de la carne de los meses más recientes se deriva de una combinación de precios previstos y observados. En ocasiones, esto puede hacer precisas revisiones significativas del valor final del índice de precios de la carne de la FAO que, a su vez, podrían influir en el valor del índice de precios de los alimentos de la Organización.