Como la agricultura depende de la disponibilidad de agua, la sequía y cualquier cambio en el régimen de precipitaciones, definitivamente afectarían a gran parte de los cultivos y frutales. Particularmente los sistemas productivos de secano serían los más afectados. El estrés hídrico durante la floración, polinización y llenado de granos es dañino en cultivos como el trigo, y afecta la tuberización o llenado de tubérculos y la calidad industrial en el cultivo de papa.
Así como países más avanzados ya desarrollan investigación para adaptarse a los efectos del cambio climático, el consorcio INIA Chile, INIA Uruguay y CIP de Perú busca aumentar la competitividad de los sistemas productivos de papa y trigo, a través de la selección y desarrollo de genotipos con mayor tolerancia a la sequía y a altas temperaturas.
Fundamentalmente está orientado a:
- determinar el potencial impacto del cambio climático en la región y en estos cultivos
- colocar a disposición tanto de programas de mejoramiento locales como de productores genotipos y genes tolerantes a sequía y altas temperaturas que permitan obtener rendimientos competitivos el nuevo escenario climático, y
- crear una instancia regional de trabajo y discusión en este tema
Lea el artículo completo publicado bajo el título de Proyecto FONTAGRO “Cambio climático y competitividad de papa y trigo en Sudamérica”