Estas 'chips' de lujo son el aperitivo perfecto para los paladares exigentes.
Patatas fritas de 60 euros, las más caras del mundo
Las patatas fritas más caras del mundo son suecas, una obra de arte en clave gourmet del fabricante de cervezas St. Eriks, que quería la mejor experiencia para acompañar su St. Eriks Indian Pale Ale. Una bebida tan refrescante necesitaba un aperitivo a su altura.
Así nacieron estas "chips" dispuestas a satisfacer los paladares de sibaritas exigentes. Las adquieren en un estuche, un atractivo envasado con el que ninguna bolsa de plástico puede competir.
El manjar contiene cebolla, eneldo, una variedad de seta conocida como Matsutake, trufas y un toque de la propia Pale Ale -caracterizada por su sabor dulce-.
Matices de las patatas fritas más caras del mundo.
Estamos ante una edición limitada a 100 unidades. Podría decirse que estas patatas fritas, además de ser las más caras del mundo, son también las más exclusivas. El perfecto acompañamiento para la mejor cerveza sueca. Cada estuche contiene cinco patatas. La caja cuesta 55 euros, por lo que cada patata elaborada por St. Eriks está valorada en 11 euros.
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