En 2024 el índice de precios de los alimentos de la FAO se mantuvo en general por debajo de los niveles de 2023, pese a los constantes aumentos mensuales que se produjeron durante la mayor parte del año, impulsados principalmente por los precios de los productos lácteos, la carne y los aceites vegetales
En 2024 el índice de precios de los alimentos de la FAO se mantuvo en general por debajo de los niveles de 2023, pese a los constantes aumentos mensuales que se produjeron durante la mayor parte del año, impulsados principalmente por los precios de los pr
El índice de precios de los alimentos de la FAO* se situó en diciembre de 2024 en 127,0 puntos, es decir, 0,6 puntos (un 0,5 %) por debajo de su nivel de noviembre, ya que los descensos en los índices de precios del azúcar, los productos lácteos, los aceites vegetales y los cereales compensaron con creces los aumentos de los precios de la carne. El índice se ubicó 8,0 puntos (un 6,7 %) por encima de su nivel de hace un año, aunque se mantuvo 33,2 puntos (un 20,7 %) por debajo del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022. En lo que respecta a 2024 en su conjunto, el índice alcanzó 122,0 puntos, lo que supone 2,6 puntos (un 2,1 %) menos que el valor promedio de 2023.
El índice de precios de los cereales de la FAO registró en diciembre un promedio de 111,3 puntos, relativamente sin variaciones desde noviembre y 11,5 puntos (un 9,3 %) por debajo del nivel alcanzado hace un año. Los precios del trigo para la exportación se mantuvieron en general estables en diciembre. La presión a la baja ejercida por la atonía de la demanda internacional y la mayor disponibilidad estacional derivada de las cosechas en la Argentina y Australia se vio equilibrada con la presión al alza ejercida por las malas condiciones de los cultivos de invierno en la Federación de Rusia.
Los precios mundiales del maíz evolucionaron ligeramente al alza, respaldados por una recuperación de las ventas de exportación y una mayor escasez de la oferta en los Estados Unidos de América, junto con una fuerte demanda del maíz de origen ucraniano. En cuanto a otros cereales secundarios, subieron los precios mundiales de la cebada, mientras que bajaron los del sorgo. El índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz disminuyó un 1,2 % en diciembre, como consecuencia de los descensos de las cotizaciones de los arroces índica y aromático que se vieron impulsados por una desaceleración de la demanda.
En lo que respecta al año en su conjunto, el índice de precios de los cereales de la FAO alcanzó un promedio de 113,5 puntos en 2024, lo que supone un descenso de 17,4 puntos (un 13,3 %) respecto del nivel de 2023, como resultado de una reducción de los precios del trigo y los cereales secundarios, y la segunda disminución anual respecto del nivel sin precedentes de 2022. El índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz registró un promedio de 133,1 puntos, es decir, un 0,8 % más que en 2023 y el nivel nominal máximo de los últimos 16 años. Las cotizaciones del arroz índica impulsaron este incremento anual, ya que la fuerte demanda de importaciones de algunos países de Asia y la menor competencia entre los países exportadores hicieron que se mantuvieran elevadas durante los primeros nueve meses de 2024.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en un promedio de 163,3 puntos en diciembre, lo que supone una disminución intermensual de 0,9 puntos (un 0,5 %), pese a lo cual aún se encuentra un 33,5 % por encima del nivel alcanzado anteriormente durante el año. El descenso marginal del índice se debió principalmente a la bajada de los precios de los aceites de soja, colza y girasol, que contrarrestó con creces la ligera subida de los precios del aceite de palma. En diciembre, las cotizaciones internacionales del aceite de palma aumentaron, en promedio, un 2,0 % respecto del mes anterior, impulsadas en gran medida por la prolongada escasez de la oferta en los principales países productores de Asia sudoriental.
Por el contrario, los precios mundiales del aceite de soja registraron una caída moderada, como consecuencia de las perspectivas de abundante oferta mundial y una debilidad algo mayor de la demanda en los Estados Unidos de América. Por su parte, los precios mundiales de los aceites de colza y girasol también disminuyeron debido a una contracción de la demanda. En lo que respecta a 2024 en su conjunto, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en 138,2 puntos, esto es, 11,9 puntos o un 9,4 % más que en 2023, ante la mayor escasez de la oferta mundial.
El índice de precios de la carne de la FAO* registró en diciembre un promedio de 119,0 puntos, es decir, 0,5 puntos (un 0,4 %) más que en noviembre, lo que supone un repunte tras tres meses consecutivos de descensos. En este nivel, el índice se situó 7,9 puntos (un 7,1 %) por encima del valor registrado hace un año. El aumento obedeció principalmente a la subida de los precios de la carne de bovino, como resultado de la fuerte demanda mundial junto con las dificultades de producción debidas al cierre rutinario de los establecimientos de elaboración por mantenimiento de fin de año en los principales países exportadores.
Asimismo, subieron los precios internacionales de la carne de ovino, como resultado de que, a la demanda mundial sostenida, se sumara la menor disponibilidad de animales para sacrificio en Australia tras haber mejorado las condiciones de los pastizales por las precipitaciones recibidas últimamente, lo que alentó a que aumentara la retención del ganado. Por el contrario, disminuyeron los precios de la carne de cerdo, como resultado de que la demanda de los consumidores en la Unión Europea antes de las vacaciones de invierno fuera más débil de lo previsto. Por su parte, los precios de la carne de aves de corral registraron un ligero descenso debido a la abundante oferta destinada a la exportación en el Brasil.
En lo que respecta a 2024 en su conjunto, el índice de los precios de la carne de la FAO alcanzó un promedio de 117,2 puntos, esto es, 3,1 puntos (un 2,7 %) más que en 2023, al verse impulsado por una fuerte demanda de importaciones por parte de los principales países importadores de carne en un contexto de menor crecimiento de la producción mundial, lo que sostuvo la subida de los precios medios de las carnes de bovino, ovino y aves de corral, mientras que disminuyeron los precios medios de la carne de cerdo, impulsados por la atonía de la demanda de importaciones, en particular por parte de China.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO se situó en diciembre en un promedio de 138,9 puntos, es decir, 1,0 puntos (un 0,7 %) menos que en noviembre, lo que representa el primer descenso tras siete meses consecutivos de aumento, aunque se mantuvo 20,2 puntos (un 17,0 %) por encima del nivel alcanzado un año antes. Las cotizaciones internacionales de la mantequilla registraron el mayor descenso, poniendo fin a una racha de 14 meses de aumento continuo, debido a la atonía de la demanda mundial y a las reservas acumuladas. Del mismo modo, se contrajeron los precios mundiales del queso y la leche desnatada en polvo, impulsados por una mayor debilidad de la demanda internacional.
Por el contrario, las cotizaciones internacionales de la leche entera en polvo experimentaron una subida repentina, como resultado del aumento de los precios en Oceanía derivado de la sólida demanda mundial, especialmente en Asia, en combinación con una mayor escasez de las existencias en Europa occidental debido al descenso estacional de la producción lechera. En lo que respecta a 2024 en su conjunto, el índice de precios de los productos lácteos de la FAO alcanzó un promedio de 129,6 puntos, lo que supone un aumento de 5,8 puntos (un 4,7 %) respecto de 2023. Este incremento se atribuyó principalmente a un acusado aumento repentino de los precios de la mantequilla, como consecuencia de la elevada demanda mundial y la limitación de la oferta destinada a la exportación, a raíz de la irregularidad de los patrones meteorológicos que afectó negativamente a la producción.
El índice de precios del azúcar de la FAO registró un promedio de 120,0 puntos en diciembre, es decir, 6,4 puntos (un 5,1 %) menos que en noviembre, lo que representa el segundo descenso mensual consecutivo, y se sitúa 14,2 puntos (un 10,6 %) por debajo de su valor de diciembre de 2023. El descenso de los precios mundiales del azúcar se vio impulsado por el hecho de que la producción de azúcar en el Brasil fuera mayor de lo previsto en la segunda quincena de noviembre y por el debilitamiento del real brasileño frente al dólar de los EE.UU.
Además, la mejora de las perspectivas para los cultivos de caña de azúcar que se cosecharán a partir de abril de 2025 en el Brasil y la temporada de molienda en curso en la India y Tailandia, donde los molinos se encuentran plenamente operativos, también contribuyeron al descenso de los precios mundiales del azúcar. En lo que respecta a 2024 en su conjunto, el índice de precios del azúcar de la FAO alcanzó un promedio de 125,8 puntos, es decir, 19,2 puntos (un 13,2 %) menos que en 2023, principalmente como consecuencia de las exportaciones sin precedentes del Brasil durante el año y unas perspectivas positivas de la oferta mundial en la campaña de 2024/25.
Índice de precios de los alimentos de la FAO en términos nominales y reales