La plaga entró en la comarca por Muxía, donde llevan ya 34 meses sin poder plantar tubérculos. El el único municipio de la zona infestado en su totalidad.
España: La polilla de la patata se extiende por la costa desde parroquias de Carballo y a Laracha
La plaga entró en la comarca por Muxía, donde llevan ya 34 meses sin poder plantar tubérculos. El el único municipio de la zona infestado en su totalidad.
No solo no ha desaparecido de esta zona, sino que se ha extendido ahora a dos áreas limítrofes de Arteixo, lo que pone de manifiesto que la infestación se está extendiendo por la costa en dirección a A Coruña.
Mucho más preocupante sería la situación si la plaga hubiera emprendido el camino contrario, en dirección al interior del municipio de Carballo, donde sí hay importantes plantaciones y se pondrían en peligro los cultivos de Coristanco, los que tienen más renombre de toda la zona.
El Diario Oficial de Galicia publicó el viernes una nueva resolución de la Consellería de Medio Rural en el que se consideran zonas infestadas en la provincia las parroquias de Caión y la parte sur de la de Noicela, a las que se han sumado ahora las de Sorrizo y Chamín, en el municipio de Arteixo, además de Muxía, que es el único concello de la zona que tiene afectada toda su superficie.
Instalación de trampas
La incorporación de las dos nuevas áreas de Arteixo no cambian nada en Bergantiños. En la comarca se instalaron trampas para la polilla en cuanto se detectó su presencia en el municipio muxián. Eso hizo posible encontrarla en Carballo y A Laracha, que también son zona tampón.
Se mantienen como espacios controladores de la plaga Rebordelos, Vilela y la parte norte de Noicela; además de Cabovilaño, Lemaio y Torás en A Laracha. También sigue una franja de 5 kilómetros lindante con Muxía en Cee, Camariñas, Dumbría. Fisterra y Vimianzo.
En todos estos lugares se pueden seguir plantando patatas, pero los labradores están obligados a informar sobre ello y a aplicar tratamientos especiales. Tampoco podrán utilizar los tubérculos para siembra y únicamente podrán vender con control oficial.
Zonas infestadas: La Xunta ha eliminado varios municipios del área de Ferrol, la segunda a donde llegó la plaga hace ya casi cinco años. Muxía fue la primera zona fuera de A Mariña y Ferrolterra, en marzo del 2018, por lo que en un par de meses se cumplirán tres años.
Son necesarios 24 meses sin que aparezca ninguna polilla en las trampas para poder abrir el municipio, lo que todavía no ha ocurrido. Curiosamente, la plaga no se ha extendido en la zona desde Muxía, sino que llegó a la costa bergantiñana desde la comarca de Ferrol.
Trampas: Además de las instaladas en Soneira, municipios de Fisterra y en Bergantiños, las hay en Cerceda porque en las parroquias infestadas es necesario destruir la cosecha y lo que está en los almacenes, algo que se hace en Sogama.
El traslado debe realizarse con muchas medidas de seguridad. Es preciso que los tubérculos vayan bien aislados. De momento no se han notificado infestaciones en el entorno del complejo medioambiental.
Polilla: La Tecia Solanivora Povoly tiene una gran capacidad reproductiva que aumenta en ambientes secos y temperaturas templadas. Cada hembra pone entre 200 y 500 huevos encima de la planta, en los rincones de los almacenes o en los pliegues de los sacos. Por eso es fundamental la limpieza y la desinfección en las zonas tampón o incluso en las proximidades de estas.
La larva se introduce en el tubérculo haciendo un agujero inapreciable a simple vista y crece dentro de la patata, pasando entre 30 y 45 días abriendo galerías en el interior. Después pasa entre una y dos semanas hasta convertirse en insecto. Es el momento de la transmisión. Son los machos los que caen en las trampas de feromonas.
Comercialización: Las patatas de las zonas tampón solo se pueden vender embolsadas y etiquetadas, siempre para consumo. No se pueden comercializar para la siembra.
No solo no ha desaparecido de esta zona, sino que se ha extendido ahora a dos áreas limítrofes de Arteixo, lo que pone de manifiesto que la infestación se está extendiendo por la costa en dirección a A Coruña.
Mucho más preocupante sería la situación si la plaga hubiera emprendido el camino contrario, en dirección al interior del municipio de Carballo, donde sí hay importantes plantaciones y se pondrían en peligro los cultivos de Coristanco, los que tienen más renombre de toda la zona.
El Diario Oficial de Galicia publicó el viernes una nueva resolución de la Consellería de Medio Rural en el que se consideran zonas infestadas en la provincia las parroquias de Caión y la parte sur de la de Noicela, a las que se han sumado ahora las de Sorrizo y Chamín, en el municipio de Arteixo, además de Muxía, que es el único concello de la zona que tiene afectada toda su superficie.
Instalación de trampas
La incorporación de las dos nuevas áreas de Arteixo no cambian nada en Bergantiños. En la comarca se instalaron trampas para la polilla en cuanto se detectó su presencia en el municipio muxián. Eso hizo posible encontrarla en Carballo y A Laracha, que también son zona tampón.
Se mantienen como espacios controladores de la plaga Rebordelos, Vilela y la parte norte de Noicela; además de Cabovilaño, Lemaio y Torás en A Laracha. También sigue una franja de 5 kilómetros lindante con Muxía en Cee, Camariñas, Dumbría. Fisterra y Vimianzo.
En todos estos lugares se pueden seguir plantando patatas, pero los labradores están obligados a informar sobre ello y a aplicar tratamientos especiales. Tampoco podrán utilizar los tubérculos para siembra y únicamente podrán vender con control oficial.
Casi tres años sin dejar la Costa da Morte
Zonas infestadas: La Xunta ha eliminado varios municipios del área de Ferrol, la segunda a donde llegó la plaga hace ya casi cinco años. Muxía fue la primera zona fuera de A Mariña y Ferrolterra, en marzo del 2018, por lo que en un par de meses se cumplirán tres años.
Son necesarios 24 meses sin que aparezca ninguna polilla en las trampas para poder abrir el municipio, lo que todavía no ha ocurrido. Curiosamente, la plaga no se ha extendido en la zona desde Muxía, sino que llegó a la costa bergantiñana desde la comarca de Ferrol.
Trampas: Además de las instaladas en Soneira, municipios de Fisterra y en Bergantiños, las hay en Cerceda porque en las parroquias infestadas es necesario destruir la cosecha y lo que está en los almacenes, algo que se hace en Sogama.
El traslado debe realizarse con muchas medidas de seguridad. Es preciso que los tubérculos vayan bien aislados. De momento no se han notificado infestaciones en el entorno del complejo medioambiental.
Polilla: La Tecia Solanivora Povoly tiene una gran capacidad reproductiva que aumenta en ambientes secos y temperaturas templadas. Cada hembra pone entre 200 y 500 huevos encima de la planta, en los rincones de los almacenes o en los pliegues de los sacos. Por eso es fundamental la limpieza y la desinfección en las zonas tampón o incluso en las proximidades de estas.
La larva se introduce en el tubérculo haciendo un agujero inapreciable a simple vista y crece dentro de la patata, pasando entre 30 y 45 días abriendo galerías en el interior. Después pasa entre una y dos semanas hasta convertirse en insecto. Es el momento de la transmisión. Son los machos los que caen en las trampas de feromonas.
Comercialización: Las patatas de las zonas tampón solo se pueden vender embolsadas y etiquetadas, siempre para consumo. No se pueden comercializar para la siembra.
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