Sabido es que la actividad agrícola atraviesa un ciclo complicado, por más de un motivo (baja de precios internacionales, dificultades de financiación, enfrentamientos políticos), que distorsionan el panorama de cara al futuro.
No obstante, el semillero decidió apostar fuerte a los próximos años y en nuestro país, con concretas posibilidades de proyección al resto de Latinoamérica.