La corporación de alimentos y bebidas PepsiCo proyecta invertir en almacenes refrigerados en Huánuco y Huancayo, donde acopia papa para fabricar chips de la marca Lays.
“Ya almacenamos en montaña, [pero] no con las mejores condiciones. Estamos estudiando si podemos almacenar en la ciudad”, informa Arturo Durán, director senior de Agro para Latinoamérica de la firma, sobre el proyecto en ambas urbes.
Según precisa, están evaluando cuál será la capacidad de los futuros almacenes en función al flujo de la demanda de materia prima de su fábrica de chips en Lima. Hacia fin de año esperan definir el monto de inversión que destinarán a las bodegas, apunta.
“Estamos viendo que las ventanas de cosecha se están acortando y de allí la necesidad de refrigerar”, señaló a Día1 en el X Congreso Mundial de la Papa, celebrado en el Cusco la semana pasada. La posibilidad de refrigerar le permite a la compañía gestionar la papa y evitar la aparición de brotes que dañen su calidad.
Contratos uno a uno
En el Perú, por año PepsiCo firma contratos individuales con unos 400 agricultores de la costa y la sierra, que le permiten acopiar unas 23 mil toneladas de papa. El contrato –que define el volumen y el precio de la materia prima– le sirve al agricultor de garantía ante entidades financieras, sostiene Durán.
Para asegurar la trazabilidad y el rendimiento esperado, PepsiCo aporta al agricultor –a costo propio– la semilla mejorada (de las variedades capiro en la sierra y canchán en sus operaciones en la costa) y asistencia técnica.
“El equipo de agro mapea cuándo es la siembra y la cosecha y qué volumen se destina a la fábrica y cuánto al almacén”, comenta.