La papa transgénica está cada vez más cerca del plato

La papa transgénica está cada vez más cerca del plato

La papa transgénica está cada vez más cerca del plato

augustus 25, 2018

El desarrollo de la papa transgénica resistente al virus PVY, que había sido aprobada por la Comisión Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia) en el año 2015, finalmente quedó registrada por el ministerio de Agroindustria de Argentina para su comercialización.

Se trata de la papa transgénica hecha 100 % en nuestro país, a través de la articulación público-privada. Es fruto del trabajo de científicos argentinos del CONICET, en conjunto con la empresa Tecnoplant. De esta manera, se asegura la seguridad para el consumo y para el ambiente.

Esta variedad de papa viene a solucionar —según el Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología, Argenbio— un problema de producción muy importante en la Argentina y va a permitir un ahorro de 40 millones de dólares por año para los productores de papa consumo.

Los beneficiarios, en primera instancia, son los pequeños productores, especialmente aquellos que trabajan con agricultura poco tecnificada y cuyo principal problema son las plagas.

Este avance tendrá repercusión en los productos derivados de la producción papera como, por ejemplo, las papas fritas envasadas y el puré instantáneo.

Desde Argenbio también se aprecia la repercusión que el desarrollo tendrá a nivel social y a nivel industrial, cuando queda comprobado que la ciencia y la tecnología contribuyen a incrementar la eficiencia de producción y a reducir la pérdida de alimentos.

Está comprobado, también, que las infecciones virales afectan en forma considerable a la papa, con las consecuentes pérdidas económicas. Las infecciones virales afectan considerablemente a la papa, causando importantes pérdidas.

Entre estos virus se encuentra el PVY (virus de la papa Y), que se transmite por insectos (pulgones) y puede causar infecciones severas y persistir en las subsiguientes generaciones de tubérculos. En algunos casos, las infecciones —según Argenbio— pueden ser devastadoras y causar pérdidas de hasta el 70%.

De las solanáceas

El cultivo de papa es una especie de la familia de las solanáceas, junto con tomate, morrón y berenjena.

“Ha crecido en superficie plantada en los últimos años a nivel regional, en campos de productores asistidos técnicamente por el área de Extensión Rural del INTA Ascasubi”, dijo el ingeniero agrónomo Julián Pérez Pizarro, de ese área del INTA Ascasubi y referente del tema en nuestra zona.

La papa se halla bastante difundida en el Valle Bonaerense del Río Colorado, estimándose una siembra de 150 hectáreas en la campaña 2018/2019, según datos de las Encuestas Agropecuarias realizadas por el INTA, la UNS, CORFO, FUNBAPA y el SENASA.

“El cultivo presenta varias limitantes para expresar su máximo potencial de rendimiento como plagas y algunas enfermedades. Las mayores pérdidas de rendimiento son producidas por nematodos y virus, que afectan directamente el desarrollo de las plantas y determinan importantes pérdidas de rendimiento”, agregó Pérez Pizarro.

Por su parte, el ingeniero agrónomo Paolo Andrés Sánchez Angonova, también de la Extensión Rural del INTA Ascasubi y referente en temas sobre virosis, dijo que los virus requieren de pulgones y otros áfidos para su transmisión, existiendo dos principales virus en la papa (el principal, el Virus del Enrulado de la Hoja (PLRV) y el Virus Y (PYV).

“El virus Y es un gran problema para la producción de papa, debido a que puede ocasionar pérdidas de hasta el 70 % del rendimiento (NdR: según Tecnoplant)”, explicó.

"Las razas del virus más comunes son PVYº, PVYc y PVYn, con apariciones de nuevas razas del virus que sirven como nuevas fuentes de inóculo para razas, como NTN, produciendo síntomas en tubérculos”, agregó.

Sánchez Angonova también comentó que los síntomas varían según la raza del virus Y que se trate y de la variedad de papa, comenzando con una leve clorosis, moteados, amarillamiento de folíolos, fragilidad, decaimiento de hojas y necrosis hasta muerte de plantas.

“El tamaño del tubérculo se reduce debido a los daños sufridos en el follaje. La diseminación del virus Y es dependiente de la presencia de áfidos alados, de la transmisión al momento del corte de la semilla, por tránsito de maquinaria y la fricción de hojas enfermas con las sanas”, aseveró.

Se ratificó que la primera papa modificada genéticamente por investigadores argentinos con tecnología argentina (TIC-AR233-5) posee resistencia al virus Y de la papa y va a permitir que los productores alcancen mejores rendimientos.

La Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) dio su aprobación científico-técnica mediante la Resolución 2018-65-APN-SAYBI del Ministerio de Agroindustria.
El ingeniero Sánchez Angonova dijo que el cultivo de la papa presenta algunas ventajas clave.

“Requiere menor inversión de capital para su plantación que la cebolla, facilidad para su manejo agronómico y amplias posibilidades de incorporación de tecnología”, detalló.

Para la campaña octubre-diciembre de 2017 y abril-agosto de 2018, más de 25 productores del VBRC, asesorados por el INTA Hilario Ascasubi (con Paolo Sánchez Angonova) y el programa Pro Huerta del Ministerio de Desarrollo de la Nación, plantaron 45 hectáreas con 8 variedades de papa de semilla certificada categoría inicial III. Esta variedad brinda amplias posibilidades de obtener rendimientos del cultivo de papa entre 25 y 40 toneladas por hectárea, según el manejo realizado por cada productor y la inversión en insumos.

Según cálculos promedio, para la realización de 45 hectáreas se invirtieron alrededor de $ 2,3 millones que pueden generar más de $ 5,6 millones de ganancia neta promedio. Este cálculo se basa en un rinde de 1.200 bolsas/ha. de 20 kilos cada una y un precio promedio de $ 160 por bolsa.

“Hasta ahora, los cultivos presentaron muy buenas condiciones. A pesar de la sequía estival, se estiman muy buenos rendimientos y una excelente calidad del tubérculo”, sostuvo Sánchez Angonova.

“La participación y el compromiso de los productores paperos de la zona para adquirir papa semilla certificada, para capacitarse con respecto al manejo del cultivo y para ampliar sus conocimientos para comercializar la producción permitirán el desarrollo y la oferta de nuevas variedades que podrá ser valorada por los consumidores”, agregó.

¿Cuál es el panorama en el VBRC?

Suelo: “El Valle Bonaerense del Río Colorado (VBRC) se caracteriza por poseer, en su mayoría, suelos de textura liviana, baja humedad ambiental durante la mayor parte del ciclo del cultivo, suelos con niveles de fertilidad química aceptables, que posibilitan obtener un cultivo de alta calidad comercial”, dijo Pérez Pizarro.

Poco perecedero: “Como la papa es un producto comercial poco perecedero, se dispone de margen de tiempo para su comercialización después de cosechado”, manifestó.

Variedades: A lo largo de los últimos tres años se evaluaron más de ocho variedades en el área de influencia de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Ascasubi: Atlantic, Asterix, Chieftain, Daifla, Innovator, Kennebec, Pampeana INTA y Spunta.

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