Están en todos lados, pero se consumen relativamente poco. Al menos eso surge de las estadísticas que dicen que cada argentino consume en su casa alrededor de 400 gramos de papas fritas snacks por año.
Las papas fritas "de paquete" reinan en el mundo del snack, al que los ejecutivos de las empresas de consumo masivo definen como todo alimento que se consume entre dos comidas importantes. Allí viven desde maníes hasta barritas de cereal o alfajores de arroz.
A modo de comparación, la cantidad de papas fritas que se consume en la Argentina representa un tercio de lo que se vende a cada mexicano en promedio. Allá se ingieren alrededor de 157.000 toneladas por año, lo que significa 1,2 kilogramos cada 365 días.
El consumo argentino también se mantiene lejos de mercados como el estadounidense, donde el consumo anual de snacks por habitante es de 15 kilos.
Prácticamente no hay ninguna marca que comercialice sus productos en el mercado masivo que esté al margen de semejante mercado. Sucede que la gran mayoría de los productos tiene su fuerte en la compra por impulso y no aquella decidida. En este tipo de compras los precios son menos relevantes, ya que el consumidor está dispuesto a pagar más.
El mercado de las papas fritas está copado por el gigante PepsiCo Alimentos, que concentra las marcas Lay's, Pehuamar, Cheetos, Doritos y 3D's, entre otras. Todas estas marcas tienen alrededor del 80% del total de las ventas del segmento. Lo sigue, muy lejos, 5 Hispanos con Krachitos, que, según datos de la industria, tiene 10 por ciento.
Todos los números sobre el consumo de la papa frita cambiarán. Sucede que los chinos comen cada vez más snacks. Y, como sucede en cada uno de los gustos que adquieren, son capaces de modificar cualquier tendencia.
