Variedad de papa colombiana Pastusa Suprema: Nuevos usos y mayor área de siembra

La industria ha descubierto las grandes ventajas de esta variedad, creada en el programa de mejoramiento genético de papa de la UN.

El profesor Carlos Ñústez, líder del programa, cuenta que la papa pastusa suprema es una nueva opción tecnológica para el sector industrial:

“Una compañía productora de papas fritas la ha incluido en el portafolio de papas de industria. Y, desde el año 2011 ha aumentado el área de siembra para procesarla”.

Esto se debe a que las empresas han descubierto que supera, en por lo menos dos puntos de sólidos totales, a la variedad diacol capiro, que es la que tradicionalmente se ha usado. Y eso incide directamente en la productividad.

“Desde el punto de vista industrial, eso significa que, si yo incluyo en la línea de proceso 100 kilos de papa fresca, con la pastusa suprema obtengo dos kilos más de producto terminado que han costado lo mismo”, precisa el profesor.

Además de eso, como tiene más sólidos, consume menos aceite en la fritura. “Es una ventaja para el sector industrial porque causa un ahorro. El otro punto es que tiene menos grasa como papa terminada”.

La número uno

La pastusa suprema está cumpliendo diez años de haber sido sembrada por primera vez en Cundinamarca y Boyacá.

“Esta variedad se liberó en diciembre del año 2002 y se sembró por primera vez en abril del 2003. Ya en el año 2009 era la número uno en Colombia, con el 40% del área de siembra en el país. Según la estadística del año pasado, tiene alrededor del 37%”, cuenta Ñústez.

Fue creada a partir del cruce entre la papa criolla colombiana y una especie silvestre mexicana, fuente de los genes que le dan resistencia a la gota —principal enfermedad del cultivo—.

Luego, el clon híbrido resultante se volvió a cruzar con la papa parda pastusa. “El padre es la parda pastusa, pero la madre es un híbrido de esa silvestre mexicana”, sintetiza el investigador.

En esta genealogía residen sus grandes ventajas. La principal es su potencial de rendimiento, que supera entre el 70% y el 100% al de la parda pastusa. Así, disminuye el costo de producción por kilo. También está su resistencia a la gota, respuesta que se mantiene en alto grado después de diez años de su primera siembra.

En parte por estas ventajas, la pastusa suprema es la única variedad en el país y en América Latina que ha llegado a tener un sello de calidad natural.

“Lo gestionaron los agricultores del departamento de Nariño, en cabeza de la ingeniera Sonia Navia. Fue una experiencia que duró dos años. Los precios tan desfavorables del año 2007 no hicieron posible seguir adelante”, cuenta el profesor.

El académico hace hincapié en que todos estos logros marcan un hito para un programa de investigación, y más si se tiene en cuenta que se encuentra en una universidad pública y que su financiación es limitada.

El programa de mejoramiento genético de papa de la UN es el único que existe en Latinoamérica con el sello de liderazgo universitario y que tiene en su haber un considerable desarrollo de variedades.

El profesor Ñústez presentó estos resultados en Agroexpo 2013, como parte de las actividades organizadas por la UN en esta destacada feria del sector agrario.

Fuente: Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia