Estaba previsto y así mismo ha ocurrido: los importadores canarios de papas ya han empezado a introducir en las islas los primeros contenedores de esta mercancía con origen en el Reino Unido, lo que se produce sin aún estar vendida toda la oferta del país.
Según aseguraron hoy fuentes vinculadas a esta actividad agrícola en Canarias, es muy probable que el tubérculo local de media estación (el que se recoge entre mayo y julio, en verano casi todo) esté totalmente vendido en Canarias a finales de este mes, en septiembre, quizá con la “excepción de pequeños restos”.
La papa de fuera que acaba de entrar en el archipiélago, algo muy criticado por el sector productor local debido a la existencia de stock de origen canario, ha tomado tierra por las dos principales instalaciones portuarias de las islas, la de Las Palmas de Gran Canaria y la de la capital tinerfeña, ambas gestionadas por el Estado.
Gracias a las operaciones de importación ya consolidadas, se trae papa con procedencia del Reino Unido. Éste es un tubérculo de las variedades blanca redonda y King Edward, esta última conocida en Canarias como quinegüa. La papa introducida estos días en el archipiélago ha sido recogida este mismo verano en aquel país de origen, con lo que la oferta que ya ha llegado se puede considerar papa nueva.
Pese a la entrada de esos primeros contenedores y a la espera de que tales operaciones se vayan incrementando poco a poco a lo largo de este mes, las fuentes consultadas entre los operadores mayoristas de papa del país, en especial cooperativas de la isla de Tenerife, confían en que las cantidades de papa local que aún no se han comercializado puedan salir al mercado en las semanas próximas, lo que puede garantizar que en la primera semana de octubre próximo prácticamente ya no quede papa canaria en los establecimiento de recogida, salvo algunos restos o pequeñas cantidades con escasa importancia relativa.
A la espera del subidón de octubre próximo
La todavía escasa presencia de papa de fuera, pues el ritmo de entrada es algo lento, unida a que el tubérculo llega a precio elevado a los puertos isleños, con 50 céntimos para la variedad blanca y hasta 90 para la King Edward, ha animado la venta de la producción local, que, debido al alza de su demanda, incluso ha podido comercializarse, en algunos casos de Tenerife, a un precio al por mayor algo más alto que el de la cotización promedio de hace poco. Algunas cooperativas tinerfeñas han podido vender su papa el 20% más cara que pocas semanas atrás.
Ese encarecimiento in extremis de la papa del país responde, según otras fuentes consultadas conocedoras del mercado local, a que los importadores de la papa británica, también comercializadores al por mayor en el mercado interior de las islas, han querido despejar el mercado de la papa isleña, más barata, para luego entrar con la de fuera a precios más elevados, ya sin existencia de tubérculo local.
Es muy probable que a finales de septiembre, entonces con casi nada de papa de las islas, este alimento básico en Canarias se encarezca a gran velocidad. Si se mantienen los costes actuales de la papa importada puesta sobre muelle, el valor de la King Edward sobrepasará con holgura el nivel de un euro por kilo.
Canarias consume al mes, según el registro promedio, entre ocho y diez millones de kilos de papas. Esta media varía mucho en meses de verano, en julio y agosto, cuando la demanda en las islas cae por las vacaciones y por la inexistencia de actividad escolar, entre otros motivos.
