La producción de papa en Venezuela se corresponde con zonas geográficas de ambiente y tradición muy particulares, principalmente ubicadas en los estados Mérida y Lara, donde el cultivo ha sobrevivido por décadas, sin mayores cambios, excepto los relativos al deterioro del suelo por sobreexposición al cultivo. Es posible que sea una de las razones que determinan un limitado crecimiento de la producción del tubérculo.
La producción de papa entre 1984 y 1994 fue del 3,2%, con una etapa relativa estabilidad. En 2005 la superficie cosechada se ubicó en 22.600 hectáreas (ha), el rendimiento promedio de ese año superó los 19.000 kg/ha. El estado Mérida concentró el 81% de la superficie cosechada en 2004, seguido del estado Lara con un 16%.
Actualmente los estados Mérida, Táchira y Trujillo tienen tres años que no reciben semillas para ejecutar la siembra de papas, y los productores se han visto forzados a multiplicar la papa para consumo y usarla como semilla con altos riesgos sanitarios y un declive importante en la productividad de este cultivo, la superficie cultivada se ha reducido en un 70%, por lo que la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas de Venezuela propuso al Ministerio de Agricultura y Tierra (MAT), un Plan de Reimpulso Productivo para estimular el cultivo de la papa en el ciclo norte-verano 2017.
La propuesta consiste en que Agropatria importe directamente de Canadá 4.000 toneladas de semilla Granola (usada en Los Andes para sembrar papas para el consumo), 3.000 toneladas (tn) de la variedad Kennebec, utilizada en Lara, y 2.000 tn de semilla Atlantic, destinada al uso industrial, para un total de 9.000 tn, equivalente a 420.000 sacos de 25 kg.
Estas 9.000 toneladas cubrirán la siembra de 4.000 hectáreas entre Carabobo, Lara, Aragua, Mérida, Táchira y Trujillo. Ello permitirá el cultivo de 80 millones de kilos de papa para el consumo, y obtener unos 20 millones de kilos para la producción de semilla artesanal fiscalizada. Esta cantidad de semillas permitirá producir por espacio de 3 años sin depender de la importación.
Sólo en 6.000 de las 17.000 hectáreas de las que dispone el país en Lara, Carabobo, Aragua, Táchira, Mérida y Trujillo, para el cultivo de papa, se está produciendo el rubro, de acuerdo a cifras aportadas por la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas, lo que determina que actualmente de las 700.000 toneladas al año en que se ubica el consumo nacional del tubérculo, solo se están generando 108.000
La situación, para los productores, estaría impulsando la desaparición paulatina del cultivo de la dieta nacional, según dicen, de hecho el precio del producto en mercados populares excede los Bs 2.000, de hecho puede conseguirse una gama de ofertas entre este monto y los 3.000 bolívares, costos que los compradores se confiesan no capacitados para pagar por el rubro.
La dolarización del cultivo es otra realidad que enfrentan los productores, el saco de semilla de 25 kilos, en enero de 2016 valía en Bs 1.700, y este año costó en 30.000 bolívares la mochila. El saco de abono subió el doble, de Bs 2.262 en 2016 a 5.800 bolívares este año, los 3 regadores que trabajan las 12 semanas que dura el proceso, pasaron de cobrar Bs 150.000 a 500.000.