Francia aprovecha la plaga de la polilla guatemalteca y logra un récord en exportación de papa

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Francia aprovecha la plaga de la polilla guatemalteca y logra un récord en exportación de papa
March 01, 2017

Francia se está frotando las manos ante el ruido de la crisis de la polilla guatemalteca, una plaga muy lesiva para la patata asentada en el norte de Galicia y en parte de Asturias, y está colocando de forma considerable su producto en los canales de distribución en la comunidad. Organizaciones de productores y sindicatos agrarios constatan cómo en las últimas semanas en los supermercados gallegos se está vendiendo mucha más patata francesa, aunque envasada en Galicia. Y está pasando aprovechando la confusión que existe por el alcance de la plaga de la polilla. Se conoce desde al menos el 2015 -aunque algunos expertos creen que podría estar desde antes en la Península- y tiene en cuarentena a una treintena de concellos de Ferrolterra, Ortegal y A Mariña.

Los datos oficiales corroboran esa sensación que se ve en los lineales de compra. El año pasado desde Francia se exportaron a España -no hay desglose autonómico- 518.000 toneladas de patatas, casi un 5 % más que en el 2015. Es a la vez la cifra más alta desde que tiene datos la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas (Fepex). En el 2013, cuando no había constancia alguna de la plaga, la cifra estaba en las 425.000 toneladas, y lo normal es que se moviera en ese entorno. Entonces el mercado galo suponía el 60 % de toda la patata que llegaba a España desde fuera; ahora supone el 71 %, según la misma fuente estadística. El resto lo copan las ventas desde Holanda y desde el Reino Unido, de donde también está llegando más, pero a nivel mucho más bajo (apenas una décima parte que el producto galo).

Las exportaciones de patata le reportaron a los productores franceses algo más de 146 millones de euros. El incremento de la facturación sobre el año anterior (2015) es muy relevante: un 62 % más. Es decir, se vendió a un precio significativamente mayor.

Este movimiento desde Francia va directamente contra el mercado gallego, que es el territorio en el que más se consume este tubérculo (gracias en buena medida a los terrenos propios), y también la que dispone de mayor superficie cultivada (20.000 hectáreas) en España. Sin embargo, esa mayor presencia no parece preocupar en las grandes zonas productoras. «Non estamos ao tanto de que iso estea pasando, nós controlamos a nosa, e non andamos mirando polos supermercados. Se imos ao súper, compramos a nosa», apunta Julio Gómez, presidente de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Pataca de Galicia, informa María Cobas.

Desde Ourense, la principal área productora en Galicia y la tercera de España, se vendieron el año pasado al exterior -según la misma fuente, el Fepex- unas 36.000 toneladas, cuando en el 2015 fueron algo más de 40.000.

Con distintivo confuso

La patata francesa llega a las grandes áreas comerciales gallegas envasada por empresas de la comunidad, sobre todo de Ourense, y en algunos casos lleva un confuso sello. Se puede distinguir por el sabor porque la gala viene previamente refrigerada, explican los productores.

Unións Agrarias tiene claro que hay una relación entre ese aumento de la presencia de la patata francesa y la crisis de la polilla. «Hai descoñecemento na poboación, non saben se a pataca galega ten algún problema, e aí hai que sinalar a responsabilidade da Administración, que non está respondendo a esta crise como debería, e Francia está aproveitando», dicen en el sindicato. El responsable de esta organización, Roberto García, se entrevista hoy con el director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa de Lara, para tratar de acordar un calendario de actuaciones contra la plaga de la polilla y ver si se establecen ayudas extra más allá de los 30 céntimos por kilo afectado (y destruido) que está pagando la Xunta.